Así rápido:
El administrador de un sitio de enlaces a descargas P2P va a abrir su puerta y se encuentra con 5 personas que dicen venir "del juzgado" a revisar sus discos duros. El chaval les deja pasar, mientras llama a David Bravo para que le aclare la situación. Mientras no le localiza, los "legales" registran sus ordenadores, incluyendo uno para el que tienen que saltarse una contaseña, y finalmente informan de que se los llevan todos.
Cuando por fin Bravo se pone al teléfono, es decir, cuando alguien que sabe de qué va la historia y al que no pueden engañar con jerga legal se hace cargo de la situación, se aclara que esa gente no tiene autorización alguna para llevarse nada, ni por descontado entrar en casa alguna ni registrar nada; el auto que traen es un simple requerimiento para que el dueño de la casa presente sus discos duros al juzgado que instruye una causa contra él, de cuya existencia se han olvidado de informarle.
Los caraduras se largan de su casa con el disco que él mismo les entrega para ahorarse el viaje; no sin antes soltar un "no deberíamos haberte dejado llamar al abogado" súper democrático.
Los delincuentes (lo son porque entraron en una casa sin autorización, y éso es DELITO) eran todos personas relacionadas con la parte demandante de la causa: secretaria, abogado, procuradora y perito informático enviados por la SGAE.
Se meten en nuestros DVDs, en nuestros meils, en nuestos intercambios P2P y en los garitos en los que tocamos o vemos tocar a la gente. Nos ponen anuncios en los cines. Nos llaman ladrones cada vez que nos cobran un canon por el artículo 33.
Pero ahora ya se meten en nuestra casa.
¿QUÉ SERÁ LO PRÓXIMO?
BASTA.
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