23.9.09

Tontos Ilustrados

Este tipo es Vicente Molina Foix:


Es un Tonto Ilustrado, es decir, un tipo que ha leído mucho y muy bueno y sólo por éso ya sabe de todo, y además se permite ir por la vida demostrándolo.

Abundan entre los escritores y los periodistas. Si son ambas cosas, el peligro tiende a 1. Nadie duda de que César Vidal, por ejemplo, es un tipo que ha leído mucho y sabe muchas cosas; y nadie, ni siquiera él, duda de que además es subnormal profundo y a duras penas sabe retener la baba en la boca. Una cosa no tiene que ver con la otra.

El caso es que Vicentito escribe en Tiempo que el cómic es una tontería infantil, que los dibujos animados de arte nada, que es una vergüenza que se dé un premio nacional a un "dibujante de monigotes" y que (ésto es para fliparlo) "UP" es una "chorrada de plastilina".

¿Cómo le explicas a un Tonto Ilustrado la difernecia entre el stop motion y un render 3D? En fin...

Vicente Molina Foix hizo una cosa con forma de película que no vio ni el tato. Se llamaba Sagitario, y en el Fotogramas la pusieron muy bien en su día. Vicente escribe en Fotogramas habitualmente. Fotogramas, cabe aclarar, no es un cómic, claro, es una publicación seria. En fin...

Es evidente que Vicente Molina Foix sabe mucho de ver cine. También sabe escribir. Pero no tiene ni puta idea de hacer cine, como no la tiene de ninguna otra cosa que no sea lo que ha leído o visto repetidamente en toda su vida. Y éso no está mal, pero no es como para estar orgulloso y ponerse en evidencia revelando tu ignorancia pretendiendo que sabes mucho de algo de lo que no tienes ni puta idea y encima para despreciarlo de forma tan perdonavidas.

Yo no leo cómics. No tengo ni puta idea de tebeos, y no me atraen demasiado, quizás porque el cine me absorbe tanto que su lenguaje se me hace ajeno y no me llega. Pero es un problema mío, y por éso no me atrevo a despreciarlo, precisamente porque no quiero quedar como un tonto al hablar de algo de lo que no tengo idea.

Igual si me pagaran por escribir tendría que acabar haciéndolo sobre algo de lo que no sé. Y entonces intentaría documentarme, llevar mi texto por la vía investigadora o informativa, osea, ser neutral. Pero un Tonto Ilustrado está siempre tan pagado de sí mismo que nunca quiere ser neutral, porque cree saber de todo.

Y la caga.

18.9.09

District 9: Vale, Neill, Pero Cálmate Un Poco


En 1982, una nave alienígena se queda "calada" sobre Johannesburgo.

Meses después de esperar un contacto celestial, un rayo destructor sobre algún edificio emblemático o la construcción de alguna vía de circunvalación, los humanos damos el primer paso para saber qué ostias pasa ahí dentro como mejor sabemos: volando la puerta.

En el interior de la nave, descubrimos a más o menos un millón de alienígenas hacinados, desnutridos y en condiciones deplorables. Vamos, que era una patera galáctica. El gobierno sudafricano, en connivencia con una megaempresa de servicios llamada MNU (algo así como la OCP de Robocop), realoja a los extraterrestres en un campo de refugiados vallado en medio de Johannesburgo, conocido como Distrito 9.

Años después, la población alienígena ha crecido hasta casi doblarse, protagoniza altercados, se la relaciona con delincuencia y miseria y, en definitiva, se comporta como cualquier grupo en un guetto: sobrevive. Así que la MNU les ha contruído un segundo campo, alejado de la ciudad, para realojarles y que dejen de dar por saco.

Y en el momento del deshaucio y el realojo, ejército mediante, empieza realmente la peli.

District 9 es una de esas pelis de Ciencia Ficción que tanto me molan, que usan el componente fantástico para radicalizar el discurso al hablar de temas reales espinosos. Al igual que la inconmensurable, imprescindible, totalmente obligatoria Hijos de Los Hombres, se centra en el tema de las diferencias sociales, el racismo, la exclusión y el trato a los extranjeros en nuestro mundo (por cierto, es curioso señalar que "alien" es una palabra que a veces se usa en inglés como sinónimo de "extranjero", literalmente). Y lo hace más a lo bestia aún que aquella, sustituyendo el militarismo inglés por el salvajismo de los gobiernos que han optado por dar más importancia a los resultados que a su imagen pública (¿alguien dijo Rusia?). Y a diferencia de aquella también, se recrea un pelín bastante en ese aspecto violento, descarnado y brutal.

Hijos de los Hombres se fijaba en La Guerra de los Mundos de Spielberg en su estructura, resultando una película íntima y resaltando el drama humano, y dejando la acción, los efectos y la carnaza para momentos puntuales que no hacían sino acentuar la situación, sin ser su leit-motiv. El principal fallo de District 9 es que durante un buen rato es directamente Jungla de Cristal meets Alien Nation, y dedica mucho tiempo y esfuerzo al ruido y la furia. No llega al extremo de banalizar la violencia a base del abuso, como hiciera Terminator Salvation, por ejemplo, pero deja ideas brillantes en el camino de forma imperdonable (cuando Mickus amenaza a Chrstopher con llevar a su hijo a Asuntos Sociales, éso sí hubiera sido digno de ver) y parece encontrar sobre la marcha aquello en lo que decide centrarse (primero el tema social, luego el documental burro, luego el gore, luego la sci-fi deshumanizada, luego el rescate, luego la setpiece de acción, que también va por etapas, luego el rollo catarsis...), confundiendo a mi entender "hacer avanzar la trama" con "quemar etapas, cada una con su tema y su desarrollo aislado".

Lo que sí sabe hacer Blomkamp, de puta madre además, es rodar, y montar. Este tipo sabe distinguir entre ritmo y velocidad, aunque su tono tremendista a lo Greengrass chutado agote un poco, y le meta más caña de la necesaria al sonido. Su estilo es bestia y potente como él solo, usa los fx de forma insultantemente inteligente, y desde luego sabe hacer que sepas dónde estás y qué está ocurriendo, lo cual es un puntazo hoy día. Se nota que se le hace el culo pesicola al ver las pelis de James Cameron (él mismo ha declarado alguna vez ser un rendido admirador del canadiense, pero no haría falta al ver el clímax de District 9 y el gadget que lo protagoniza).

Mención aparte merece Shartlo Copley, el protagonista, un perfecto desconocido hasta ahora, que borda un personaje francamente desagradable y difícilmente empatizable, al que sin embargo consigue insuflarle una complejidad muy interesante.

En resumen, una peli recomendable si bien muy levemente lastrada por un exceso de esquematismo en su desarrollo, pero que consigue erigirse en un buen ejemplo de que la Sci-Fi sigue siendo más efectiva para hablar de temas sociales que toda la filmografía de Fernando León de Aranoa junta.

Lo De France Telecom Es Para Fliparlo

Vía menéame me encuentro con que desde Febrero de 2008 van 23 trabajadores (¡23! ¡Éso son dos equipos de fútbol más utillero!) de France Telecom que se suicidan por, aparentemente, no poder aguantar el estrés y la presión que suponen las al parecer brutales consecuencias de una reestructuración aún más brutal.

El tema del suicidio es bastante delicado y no soy quién para opinar sobre ello, aunque humildemente pienso que atribuir una única causa a algo tan tremendo es un poco simplista; estimo que la situación de alguien que llega a tales extremos debe ser bastante más compleja que lo que podamos sacar en claro ante un café y un rato de parloteo.

Sin embargo, muchos de los comentarios en menéame lo ven muy fácil, y se resumen en un "¿Por un trabajo? Nada, nada, antes es más fácil dejarlo" que, a priori, suena bastante lógico.

Pero pensemos. Nuestra vida se centra en nuestro trabajo, mal que nos pese. Uno "es de" su ciudad, "estudió" tal cosa, pero "ES" aquello en lo que trabaja. es una forma de hablar, pero es bastante ilustrativa de lo bien que nos han metido en la cabeza que somos aquello por lo que nos pagan por ser. En la medida de lo posible, escojemos nuestro lugar de residencia, nuestro momento para tener hijos, y otras cosas mucho menos importantes, en función de las circunstancias que nos ofrece nuestro empleo. Aún a sabiendas de que éstas no dependen, en gran medida, de nosotros.

Desde hace siete meses tengo una vida laboral diferente. Ahoras mismo soy un parado en stand-by, esperando para un empleo temporal, mientras sobrevivo en economía sumergida en un ámbito inestable. Pero durante varios años fui un asalariado de lunes a viernes con un trabajo cualificado, sueldo fijo, pagas y horas extras, estrés postvacacional y toda la pesca. No me arrepiento del cambio, pero decir que fue como cambiar de peluquero sería una estupidez. Y éso que yo fui uno de los gilipollas que, en medio de todo el fregao, se fue de tan maravilloso curro voluntariamente; y aquí llega el quiz de la cuestión: no fue, de hecho, tan voluntariamente, porque la situación venía agravándose desde hacía bien bien un par de años.

Una serie de circunstancias, decisiones y cambios de personalidad dignas de estudio en el seno de la empresa me llevaron de ser un tipo de confianza, válido, currante y con futuro, a un paria molesto, violento, conflictivo, holgazán y con mala fe. Es muy difícil resumir y dar la dimensión adecuada a todas las pequeñas cosas que te llevan a darte cuenta, un día, de que estás rodeado de gente que te quiere lejos y no sabes por qué, mientras otra gente sigue mostrándote su apoyo y su amistad pero no pueden hacer nada para ayudarte. También es difícil expresar con exactitud la rabia y la frustración que se siente al descubrir que un proyecto laboral en el que has puesto años, esfuerzos, ilusiones y sacrificios se te niega porque un hijo de puta con tan malas pulgas como inseguridad y cartón en el cráneo te coge ojeriza y va a por tí. Yo me fui, pero antes aguanté gritos, insultos, desprecios, puñaladas por la espalda, mala reputación y un destierro temporal medio voluntario, medio obligatorio. Durante dos años. Y el no ver salida porque, mal que te pese, tu trabajo es tu medio de vida (no sólo económico, sino que te sientes un profesional de ello y sientes que no sirves para otra cosa), es una nube negra sobre tu cabeza que te persigue constantemente y acaba por nublar todo tu tiempo.

De modo que, si bien no puedo compartir la decisión de esos empleados de France Telecom, sí puedo entender que no consideres tan a la ligera el "pues te vas, y ya está". Existe una ilusión muy reconfortante de que trabajamos para vivir, y no vivimos para trabajar, pero aunque no haya que autoesclavizarse más de lo que nos toca, no podemos autoengañarnos y asumir que tenemos el control sobre éso, porque no es del todo cierto.

En algunos casos, por cierto, vivir para trabajar puede ser la mejor opción, siempre que asumas que aquello a lo que te dedicas, es, además, lo que más te gusta hacer, y además te dejan (o te permites) hacerlo como quieres y como sabes.

9.9.09

Para Definir Lo De Ayer...

Móvil. Extrañeza. Susto. Excusas.

Vueltas a la cabeza. Sonrisa. Incertidumbre...

Prisas.

Más extrañeza. Caras raras. Momento mano: segundos de pánico. Amigo...

Noticia...

Alegría. Indescriptible, abrumadora alegría. Abrazo. Ganas de abrazar más fuerte, pero cuidado!
Otro abrazo fuerte. Sin miedo. Amigo, hermano casi. Puerta. Carmen. Expectación. Más abrazos, llantos, más alegría. Incredulidad, extraña, rebosante.

Calma.

Silencio. Recuerdo. Nostalgia.

Y más alegría.



joooooooooder.