Un personaje indestructible con chupa de cuero protege a un chaval súperimportante de que se lo cargue un malo tecnológicamente más avanzado, en un mundo en que las máquinas han enloquecido, y de paso haciendo romperse todo lo que se le ponga por delante. ¿Os suena? ¡Es La jungla 4.0!
La cuarta entrega de la saga se caracteriza por cepillarse olímpicamente todas las constantes de ésta, excepto el nombre de McClane, porque lo que es el personaje nos lo han cambiado. Ahora es Terminator. Salta de coches, camiones y aviones (¡!) en marcha, aguanta palzas, atropellos y hasta se autodispara, pero no pasa nada, aún tiene tiempo para tener una ocurrencia. Atrás queda el tipo fuera de lugar al que la primera aventura le pillaba descalzo, la segunda sin abrigo y la tercera con resaca; esta vez no bebe, no dice palabrotas y tampoco sabe qué demonios pasa, pero da igual, si el único problema es que se queda sin balas siempre tiene un coche a mano para lanzarlo contra cualquier cosa/persona que le esté tocando las narices.
La verdad es que la peli, al margen de que tiene de secuela de la Jungla el título y el nombre del prota, cumple como peli de acción puramente MTV, y hasta con cierta categoría: las escenas de acción funcionan sin marear, el estilo visual de Wiseman es a la vez resultón y tiene su punto artesanal (aunque queda lejos de la fisicidad animal de MacTiernan y es la antítesis del "mamotretismo" de Harlin, se le podría asemejar a un Michael Bay sin sobredosis de éxtasis), el plan es un poco moñas pero mola... en fin que a pesar de todo la cosa iba bien.
Peeero en algún momento había que cagarla, y hay estaban los guionistas para no ponerse de acuerdo y meter la pata por su parte. Porque lo peor que se puede decir de la peli es que su guión, sin ser malo del todo, adolece de un problema muy gordo y difícilmente superable cuando se pone un libreto con ese título en manos de mucha gente, productores incluídos: está más desequilibrado que Nicolas Cage. Lo que por un lado son continuos aciertos directamente venidos de las anteriores "Junglas" (secundarios rotundos; un plan enrevesado pero con un fin más que previsible; un lugarteniente del villano que es una delicia, en este caso también estético; y un Bruce Willis en su salsa aunque un poco menos salvaje que directamente sobrehumano), por el otro son una ristra de despropósitos sólo explicables en este momento y lugar del cine de acción variante blockbuster: villano excesivamente acomplejado y moralizante (¿dónde quedó la sana anarquía de los hermanos Grüber?), patriotismo exacerbado (aunque algo hay de sana crítica a lo obsoleto del concepto de Seguridad Nacional), acción bien ejecutada pero concebida para chimpancés (puede alguien creerse lo del chorro de agua, lo del F-35, lo de la explosión de gas...), y en definitiva una historia que promete mucho caos pero del que sólo vemos que los semáforos dejan de funcionar y se arma la de Dios es Cristo; pues en Barcelona no nos hacen falta Hackers para que Cercanías sufra un Caos Total, mira tú.
Hay grandes momentos (la huída de casa del chico, con el trompazo de un secuaz contra un contenedor de basura y el vuelo de otro impulsado por una valla; la escena del hueco del ascensor, que recuerda mucho a "El Mundo Perdido" pero está MU bien rodada; y la huída del helicóptero en el coche de policía, que si no fuera por su estúpida resolución sería de las grandes, grandes). También hay estupideces como gordas como mi cabeza (¿cómo demonios consiguen contactar con el servicio de emergencia de BMW QUE PONE EL COCHE EN MARCHA A DISTANCIA si no se puede mandar ni un puñetero SMS? ¿por qué la novia del malo tiene que ser oriental para saber karate? ¿Por qué MacClane no lleva camiseta de imperio? ¿Por qué la que lleva no se mancha de sangre?)
En fin...
Vale la pena verla en el cine. Pero no es La Jungla. Siempre me quedará la duda de si esta no hubiera sido una mejor historia para "Terminator 3".
PD: Timothy Olyphant está correcto. Él no tiene la culpa de que hayan hecho esta peli en 2007 en vez de en 1997, en que los malos eran malos y no estereotipos de antipatriotismo.
PD2: Kevin Smith mola casi tanto como Bruce Willis; pero es que no hay personaje, coño!!
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