Los innecesarios premios-como-los-Oscars-pero-no que otorga nuestra Academia-coma-la-de-Hollywood-pero-no en una gala como-la-de-los-Oscars-pero-no tienen competidores como los Premios más absurdos del año: Los Gaudí.
OFF-TOPIC: Al parecer lo mejor que se puede hacer con genios absolutos en un arte es convertirlos en trofeos para premiar otro arte en galas sin gracia ni ritmo, a mayor gloria de los integrantes de una industria inexistente.
Anoche tuvo lugar la ceremonia de entrega de los premios Gaudí, que reconocen lo mejor del año según la recién creada Academia de Cine de Catalunya, presidida por Joel Joan (por qué no me sorprende?). El por qué es necesaria una Academia de Cine en Catalunya es una pregunta perversa: pues tanto como en España, osea, nada. Porque si en todo el estado se estrenan apenas 110 pelis patrias al año (de las cuales, las más laureadas, como Los Cronocrímenes, duran una semanita en cartel), lo que ocurre por Aquestes Terres es de risa: 30 producciones anuales, todas nominadas, casi todas premiadas; lo que se dice una autofelación colectiva, vamos.
No digo yo que no se deba reconocer el trabajo de los creadores (faltaría más!), pero cuando la ganadora a la mejor dirección por un cortometraje es Mercedes Sampietro, con la que está cayendo, es poco menos que una broma. Que hemos mandado cortos a los Oscars, joder, y no emiten uno por la tele ni cuando se le cuela la cinta al de Continuidad.
Por supuesto, "Vicky Cristina Barcelona" tuvo premio; faltaría más, habida cuenta que la mitad de los miembros de la Academia tuvieron que pelear duro por tener UNA MIERDA DE CAMEO SENTADOS A UNA MESA en la única peli capaz de ponerte farruco con un beso entre Scarlett Johansson y Penélope Cruz y cabrearte por un plano secuencia desenfocadito de principio a fin.
"Camino" fue la mejor peli europea. Bien por Fesser, que ha conseguido pasar por encima de "El Caballero Oscuro" (las reglas para peli europea serán las mismas que para los Goya, no?). Igual tener a Carmen Elías en el reparto le ha dado ventaja, por aquello de que si el prota era Mariano Venancio, con un nombre tan poco catalán jodía las expectativas.
Lo de anoche, televisado además por TV3, fue una muestra más de que, mal que os pese a muchos, Joel, el premio al gilipollas del año no distingue entre identidades nacionales.
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