Están el Editor y el Jefe de Producción hablando sobre si un plano debe ir con overlapping o no. El Jefe de Producción dice que éso es cosa del Director, pero que por él que se deje como está. El Editor dice que con overlapping la cosa queda más fluida, a lo que el Jefe de Producción responde encogiéndose de hombros, como diciendo "es que es cosa del Director, yo...". La verdad es que el overlapping exige un trabajo algo más concienzudo, porque el plano ya está montado.
Unos días después hay reunión de Postpro. Después de varias cuestiones menores, el Editor deja caer que ha hablado con el Mezclador y con el de Efectos, ambos ausentes, y que ellos también opinan que con overlapping el plano quedaría más fluido; el Editor insiste en que es sólo una opinión pero que le resulta importante dejar claro que el trabajo extra que supone el arreglo compensa con el resultado. El Director, sin discutir, resuelve que quizá lo suyo sería contratar a otro Auxiliar de Montaje para que ayude a esos detalles que, por falta de tiempo, pueden hacer que la peli quede un poco basta. El Jefe de Producción asiente en silencio. Se queda en llamar al estudio para que busquen a un Auxiliar cuanto antes.
Unos pocos días más tarde, el Jefe de Producción no piede más y pilla al Editor por banda. Le suelta que lo que hizo en la reunión de PostPro está muy feo porque él tenía en mente otra cosa sobre la Edición General, que a él, aunque sea el Editor, no le atañe ni le corresponde decidir nada; que quién es él para pedir la opinión de nadie y que lo hizo fue porpinarle una Puñalada Trapera.
El Editor pide disculpas por haber hecho algo que hizo sentir ofendido al Jefe de Producción. Sin embargo, el Editor, que por suerte o por desgracia ha leído algo más de la cuenta, sabe cuál es la diferencia entre "hacer algo que hace sentir ofendido a alguien" y "ofender", a secas. Se disculpa por no haber sabido calibrar el alcance de su bienintencionada acción en la percepción de su compañero, pero no se disculpa por la ofensa, porque no cree que ésta exista. El Jefe de Producción no capta el matiz y se da por satisfecho, aunque se mantiene alerta.
El resultado: un nuevo trabajador en el proyecto, y todo el mundo trabajando más tranquilo, excepto el Jefe de Producción, que pone su supuesta parcela de poder por delante de la buena marcha del proyecto y considera que las opiniones se le deben comunicar a él, para que las deseche convenientemente con un encogimiento de hombros.
El Editor formuló una opinión anteriormente formulada sin respuesta, cuyas únicas consecuencias negativas repercutían sólo en él. ¿Dónde está ahí la puñalada trapera?
PD: Dramatización, basada en hecho reales, desgraciadamente no acontecidos en un proyecto de peli.
29.11.07
26.11.07
Blade Runner: The Final Cut
MADRE MÍA
Bueno, los que hayan esperado demasiado se han quedao a dos velas: el sábado se retiró de cartel "Blade Runner: The Final Cut", el cuarto y definitivo montaje de la mítica peli de Ridley Scott. También se han agotado, al parecer, las reservas del megamaletín que contenía la edición en DVD de todas las versiones, más un disco de extras, más chorrocientos regalitos... Prueba de que cuando algo es bueno, la gente aún responde.
Lo que aquí voy a intentar resumir es la impresión que te deja esta última edición de la que posiblemente sea la mejor película de la historia del cine, ya no sólo de ciencia ficción, sino de todo lo que ha dado de sí este siglo y pico de existencia. Porque Blade Runner puede ser más que una peli: es un objeto de culto, una pieza clave de la cultura contemporánea, una referencia del género y de toda una forma de vida; pero por encima de todo es, en su esencia, una obra de arte, una de las pocas que traspasa su aura mítica por la sencilla razón de que es una pieza audiovisual cojonudamente bien escrita, fotografiada, interpretada, dirigida y montada; vamos, que si uno le niega la capacidad mítica, le queda una peli soberbia. No hay muchos objetos de culto que superen su propia condición. Pero Blade Runner sí.
Para empezar el tono está endiabladamente bien escogido. No sólo se utilizan los mecanismos narrativos del cine negro como estructura, sino que se impregna de los principios dramáticos de ese género/movimiento del cine americano de los 40: los personajes ambiguos, la atmósfera agobiante, y sobre todo una neblina de profunda tristeza. Porque Blade Runner es una película triste, a pesar del canto desesperado a la vida de su antagonista en los minutos finales y la indulgencia redentora de Gaff con la última frase: con la nueva edición del final, y lo tremendamente claro que queda ese arrastrado detalle sobre el personaje de Rick, la sensación que queda sobre la historia de amor es que ésta es menos éso que una historia de desgracia compartida, de unión en la desesperanza, de compañía en el dolor; tal vez sea esa la visión del amor que tiene Ridley Scott, si se atiende a la relación de Thelma y Lousie, por ejemplo, o
la descorazonadora existencia de J.F. Sebastian, un injustamente ninguneado personaje que constituye un eje moral en la historia. Y digo que este tono está bien escogido porque esta historia de seres más humanos que los humanos habla de lo poco preparadas que estamos las personas para gestionar nuestras emociones, y cómo esa torpeza nos quita el derecho a juzgar a los demás seres: Batty sufre más al asesinar a su creador que lo que sufre éste al negarle la prolongación de su vida; un sutil desprecio por la religión, por cierto, recorre ese momento de la película.
En cuanto al nuevo aspecto de la peli, es espectacular. La proyección digital dota de toda la fuerza posible a la capacidad creadora de Scott, que es de por sí una de las más arrolladoras del cine. La luz que recorre el metraje es absolutamente hipnótca, igual que el tratamiento del sonido, que resulta sorprendente en una película de hace 25 años. Decir que Blade Runner reinventó el cine quizá sea demasiado, pero lo que sí es cierto es que algunas soluciones visuales vistas en ella son, simplemente, planos de mañana: cosas que ves aún en publicidad, en videoclips, con la virtud añadida de que, siendo una película que juega la baza de la innovación, se queda vieja en contadísimos aspectos (el diseño de los coches en tierra, por ejemplo, o una música a ratos víctima de su propia voluntad de ajuste a la ambientación), pero va por delante la mayor parte del tiempo: Scott supo crear una atmósfera que cierra la película en sí misma y no permite identificar más referencias que algunas marcas publicitarias, y sin embargo la dota de una verosimilitud y una vigencia atemporal: o el mundo ha cambiado muy poco en 25 años, o estamos construyendo el decorado de "Blade Runner" a escala mundial.
Los pequeños cambios realizados para este nuevo reestreno enriquecen la historia, aclaran de una vez por todas la condición de Deckard y mantienen ese acertado tono a raya; por encima de maniobras comerciales o caprichos de artista, a mí que he visto todas las versiones no me cabe duda: ésta es la edición más fiel a lo que parece querer contar el tito Ridley con esta triste fábula.
A Scott se le ha reprochado mucho su irregularidad y algunas maniobras artísticas cuanto menos confusas. Hay que recordar que, sin ir más lejos, esta misma película fue un fracaso de taquilla y que algunos de sus peores trabajos son los que han funcionado mejor. Scott, como Kubrick, como Coppola, como Fincher, tiene la desgracia de estar artísticamente por encima de su propia época y del público masivo de ésta, pero con la particularidad de saber conectar con él a nivel estético (ahí está la nefasta pero arrolladora "Black Hawk Derribado", que detesto pero soy incapaz de dejar de ver). Por éso, como su hermano, ha prostituido en ocasiones su capacidad visual por historias de serie Z; pero pensemos qué pasaría con Blade Runner si se estrenara ahora no como clásico, sino como peli del verano, y deduzcamos si el hecho de que no se hagan más como ésta no será un poco culpa nuestra.
Esperemos que con "American Gangster", que al parecer es, como Jimmy el Santo, la Hostia en Vinagre, Scott pueda servirnos una nueva muestra de talento visual y dramático a la altura, si no de Blade Runner, sí de algo que pueda considerarse equivalente dados los tiempos que corren.
Bueno, los que hayan esperado demasiado se han quedao a dos velas: el sábado se retiró de cartel "Blade Runner: The Final Cut", el cuarto y definitivo montaje de la mítica peli de Ridley Scott. También se han agotado, al parecer, las reservas del megamaletín que contenía la edición en DVD de todas las versiones, más un disco de extras, más chorrocientos regalitos... Prueba de que cuando algo es bueno, la gente aún responde.
Lo que aquí voy a intentar resumir es la impresión que te deja esta última edición de la que posiblemente sea la mejor película de la historia del cine, ya no sólo de ciencia ficción, sino de todo lo que ha dado de sí este siglo y pico de existencia. Porque Blade Runner puede ser más que una peli: es un objeto de culto, una pieza clave de la cultura contemporánea, una referencia del género y de toda una forma de vida; pero por encima de todo es, en su esencia, una obra de arte, una de las pocas que traspasa su aura mítica por la sencilla razón de que es una pieza audiovisual cojonudamente bien escrita, fotografiada, interpretada, dirigida y montada; vamos, que si uno le niega la capacidad mítica, le queda una peli soberbia. No hay muchos objetos de culto que superen su propia condición. Pero Blade Runner sí.
Para empezar el tono está endiabladamente bien escogido. No sólo se utilizan los mecanismos narrativos del cine negro como estructura, sino que se impregna de los principios dramáticos de ese género/movimiento del cine americano de los 40: los personajes ambiguos, la atmósfera agobiante, y sobre todo una neblina de profunda tristeza. Porque Blade Runner es una película triste, a pesar del canto desesperado a la vida de su antagonista en los minutos finales y la indulgencia redentora de Gaff con la última frase: con la nueva edición del final, y lo tremendamente claro que queda ese arrastrado detalle sobre el personaje de Rick, la sensación que queda sobre la historia de amor es que ésta es menos éso que una historia de desgracia compartida, de unión en la desesperanza, de compañía en el dolor; tal vez sea esa la visión del amor que tiene Ridley Scott, si se atiende a la relación de Thelma y Lousie, por ejemplo, o
la descorazonadora existencia de J.F. Sebastian, un injustamente ninguneado personaje que constituye un eje moral en la historia. Y digo que este tono está bien escogido porque esta historia de seres más humanos que los humanos habla de lo poco preparadas que estamos las personas para gestionar nuestras emociones, y cómo esa torpeza nos quita el derecho a juzgar a los demás seres: Batty sufre más al asesinar a su creador que lo que sufre éste al negarle la prolongación de su vida; un sutil desprecio por la religión, por cierto, recorre ese momento de la película.
En cuanto al nuevo aspecto de la peli, es espectacular. La proyección digital dota de toda la fuerza posible a la capacidad creadora de Scott, que es de por sí una de las más arrolladoras del cine. La luz que recorre el metraje es absolutamente hipnótca, igual que el tratamiento del sonido, que resulta sorprendente en una película de hace 25 años. Decir que Blade Runner reinventó el cine quizá sea demasiado, pero lo que sí es cierto es que algunas soluciones visuales vistas en ella son, simplemente, planos de mañana: cosas que ves aún en publicidad, en videoclips, con la virtud añadida de que, siendo una película que juega la baza de la innovación, se queda vieja en contadísimos aspectos (el diseño de los coches en tierra, por ejemplo, o una música a ratos víctima de su propia voluntad de ajuste a la ambientación), pero va por delante la mayor parte del tiempo: Scott supo crear una atmósfera que cierra la película en sí misma y no permite identificar más referencias que algunas marcas publicitarias, y sin embargo la dota de una verosimilitud y una vigencia atemporal: o el mundo ha cambiado muy poco en 25 años, o estamos construyendo el decorado de "Blade Runner" a escala mundial.
Los pequeños cambios realizados para este nuevo reestreno enriquecen la historia, aclaran de una vez por todas la condición de Deckard y mantienen ese acertado tono a raya; por encima de maniobras comerciales o caprichos de artista, a mí que he visto todas las versiones no me cabe duda: ésta es la edición más fiel a lo que parece querer contar el tito Ridley con esta triste fábula.
A Scott se le ha reprochado mucho su irregularidad y algunas maniobras artísticas cuanto menos confusas. Hay que recordar que, sin ir más lejos, esta misma película fue un fracaso de taquilla y que algunos de sus peores trabajos son los que han funcionado mejor. Scott, como Kubrick, como Coppola, como Fincher, tiene la desgracia de estar artísticamente por encima de su propia época y del público masivo de ésta, pero con la particularidad de saber conectar con él a nivel estético (ahí está la nefasta pero arrolladora "Black Hawk Derribado", que detesto pero soy incapaz de dejar de ver). Por éso, como su hermano, ha prostituido en ocasiones su capacidad visual por historias de serie Z; pero pensemos qué pasaría con Blade Runner si se estrenara ahora no como clásico, sino como peli del verano, y deduzcamos si el hecho de que no se hagan más como ésta no será un poco culpa nuestra.
Esperemos que con "American Gangster", que al parecer es, como Jimmy el Santo, la Hostia en Vinagre, Scott pueda servirnos una nueva muestra de talento visual y dramático a la altura, si no de Blade Runner, sí de algo que pueda considerarse equivalente dados los tiempos que corren.
14.11.07
Que Se Callen!!
Era inevitable. Es la noticia de la semana y no podía dejar de subirme al carro del oportunismo. Qué agusto se debe quedar un Rey cuando manda callar a un payaso. Qué lastima que no podamos hacer todos lo mismo, ¿no?
Pues sí. Un curioso juego: a ver a quién hubiéramos tenido que mandar callar de estar presentes ante estas ocurrencias:
"¿Me está usted diciendo que hay terrorismos buenos y terrorismos malos?"
"Estas elecciones las han ganado los terroristas"
"¿Y quién te ha dicho que yo quiero que conduzcas por mí?"
"Estamos trabajandou en ellou..."
"Bicos... Ji Is Mai Fren" (ésta es el descojone)
"Señor González, ¿por qué estamos participando en la Guerra del Golfo?"
"Váyase, señor González"
Y mi favorita, supuestamente pronunciada los últimos días:
"Lo cortés no quita lo valiente". ¿Qué coño sabrás tú, payaso, de lo que es cortesía y lo que es valor, imbécil?
Por supuesto son perlas de mi queridísimo ex-dictador encubierto Chema Aznar, que aparte de haberle dicho lo que le soltó JC al gordo Hugo, le hubiera soltado un par de hostias para subrayar la intención.
Que sí, que Chávez se merece que le callen (y que le den un par de hostias), pero vaya, que la lástima es que haya sido por defender a Aznar, como si no hubiera causas más nobles. Cualquiera, no sé, salvar una babosa de un atropello. Aznar que se defienda sólo, con su melena y su sonrisita paralítica de payaso sin gracia. Y que el Rey debería haberle mandado callar a él mucho antes. Y darle un par de hostias también, que para éso es nuetsro representante y tiene que hacer lo que nosotros no podemos.
Pues sí. Un curioso juego: a ver a quién hubiéramos tenido que mandar callar de estar presentes ante estas ocurrencias:
"¿Me está usted diciendo que hay terrorismos buenos y terrorismos malos?"
"Estas elecciones las han ganado los terroristas"
"¿Y quién te ha dicho que yo quiero que conduzcas por mí?"
"Estamos trabajandou en ellou..."
"Bicos... Ji Is Mai Fren" (ésta es el descojone)
"Señor González, ¿por qué estamos participando en la Guerra del Golfo?"
"Váyase, señor González"
Y mi favorita, supuestamente pronunciada los últimos días:
"Lo cortés no quita lo valiente". ¿Qué coño sabrás tú, payaso, de lo que es cortesía y lo que es valor, imbécil?
Por supuesto son perlas de mi queridísimo ex-dictador encubierto Chema Aznar, que aparte de haberle dicho lo que le soltó JC al gordo Hugo, le hubiera soltado un par de hostias para subrayar la intención.
Que sí, que Chávez se merece que le callen (y que le den un par de hostias), pero vaya, que la lástima es que haya sido por defender a Aznar, como si no hubiera causas más nobles. Cualquiera, no sé, salvar una babosa de un atropello. Aznar que se defienda sólo, con su melena y su sonrisita paralítica de payaso sin gracia. Y que el Rey debería haberle mandado callar a él mucho antes. Y darle un par de hostias también, que para éso es nuetsro representante y tiene que hacer lo que nosotros no podemos.
7.11.07
Que Se Jodan
Parafraseando a Edward Norton en la inconmensurable "La última noche"...
Que se jodan primero de todo los rastreros. Es la peor cualidad del ser humano y la que aglutina todo el resto de vilezas. Que se jodan los que creen que tienen razón porque tienen más o menos dinero, más responsabilidades o porque gritan más, y no se preocupan de preguntarse si lo que el otro dice o propone podría llegar a ser cierto o incluso útil.
Que se jodan los que se permiten el lujo de decirle a la gente lo que está bien o lo que está mal, lo que deben o no deben hacer con su vida o con su muerte. Los que creen que arrodillados y mirando al cielo o al suelo están en mejor postura que yo, de pie frente a la puta tormenta y sin nadie por encima ni por debajo.
Que se jodan los que creen que por darte un puesto de trabajo te poseen para siempre. Es un contrato, entérate.
Que se jodan los que rinden culto a un trozo de tela de colores y un trozo de tierra que nunca les ha pertenecido porque está por encima de ellos aunque se deje pisar. Que se jodan los que le clavan postes a la tierra para poner vallas que no significan nada. Que se jodan los que creen que están en el lado bueno de la valla, porque algún día la puerta se abrirá hacia el otro lado y te merecerás que te nieguen el pan como tú hicicste antes.
Que se jodan los que se creen mejores por cualquier cosa que no sea ayudar al resto, lo cual siempre, curiosamente, hacen los que no se creen mejores. Si no haces nada por nadie, eres peor que nada. Da igual que cures el cáncer o sólo respetes a tu vecino de abajo; nada es poco para ser buena persona. Es muy fácil ser malo. Que te jodan por escoger el lado fácil.
Que se jodan los que pegan a sus mujeres. Ojalá todas tuvieran un hermano mayor de dos metros que os dejara sangrando a todos en una puta cuneta.
Que se jodan los que no ponen el intermitente y me hacen frenar la moto. Y los que nos cierran en la ronda. Hay sitio para todos, desgraciado, si quepo, déjame pasar, envidioso de mierda.
Que sejodan Aznar y su panda de enanitos hijos de puta lameculos (TODOS) que lo único que supieron hacer es matar gente en un lugar remoto para que luego vinieran a matarnos a los que no teníamos culpas. Que se jodan los que vinieron también, y los que van a cualquier parte sólo para hacer daño a otros. Espero que Satán os tenga reservado un ostiódromo eterno para que os desangréis entre vosotros por toda la Eternidad.
Con todos los respetos a los que creen en Él y les ayuda cada día, que se joda Dios, porque en algunas cosas no depuró el código fuente y la cagó pero bien. Entre otras cosas, el del organismo humano y su imperfección en forma de enfermedades, que si alguien me dice que son un castigo divino, ya sabe lo que le digo: que se joda también. Como yo no creo en Dios, que se joda el responsable pertinente, en especial el que se olvidó de borrar "ELA" de la papelera de reciclaje.
Que se joda todo aquel que no sepa comprender que estamos de paso y que lo único que podemos hacer es hacernos los unos a los otros lo más gradable posible este pequeño soplo de tiempo. Lo demás es escupir hacia arriba.
El resto de la gente, que lo pase bien y que intente hacérselo pasar mejor a todo el mundo. Incluído nuestro mundo y los seres que habitan en ella, que ni nos pertenecen ni tenemos derecho a hacerles ningún daño.
Nos leemos.
Que se jodan primero de todo los rastreros. Es la peor cualidad del ser humano y la que aglutina todo el resto de vilezas. Que se jodan los que creen que tienen razón porque tienen más o menos dinero, más responsabilidades o porque gritan más, y no se preocupan de preguntarse si lo que el otro dice o propone podría llegar a ser cierto o incluso útil.
Que se jodan los que se permiten el lujo de decirle a la gente lo que está bien o lo que está mal, lo que deben o no deben hacer con su vida o con su muerte. Los que creen que arrodillados y mirando al cielo o al suelo están en mejor postura que yo, de pie frente a la puta tormenta y sin nadie por encima ni por debajo.
Que se jodan los que creen que por darte un puesto de trabajo te poseen para siempre. Es un contrato, entérate.
Que se jodan los que rinden culto a un trozo de tela de colores y un trozo de tierra que nunca les ha pertenecido porque está por encima de ellos aunque se deje pisar. Que se jodan los que le clavan postes a la tierra para poner vallas que no significan nada. Que se jodan los que creen que están en el lado bueno de la valla, porque algún día la puerta se abrirá hacia el otro lado y te merecerás que te nieguen el pan como tú hicicste antes.
Que se jodan los que se creen mejores por cualquier cosa que no sea ayudar al resto, lo cual siempre, curiosamente, hacen los que no se creen mejores. Si no haces nada por nadie, eres peor que nada. Da igual que cures el cáncer o sólo respetes a tu vecino de abajo; nada es poco para ser buena persona. Es muy fácil ser malo. Que te jodan por escoger el lado fácil.
Que se jodan los que pegan a sus mujeres. Ojalá todas tuvieran un hermano mayor de dos metros que os dejara sangrando a todos en una puta cuneta.
Que se jodan los que no ponen el intermitente y me hacen frenar la moto. Y los que nos cierran en la ronda. Hay sitio para todos, desgraciado, si quepo, déjame pasar, envidioso de mierda.
Que sejodan Aznar y su panda de enanitos hijos de puta lameculos (TODOS) que lo único que supieron hacer es matar gente en un lugar remoto para que luego vinieran a matarnos a los que no teníamos culpas. Que se jodan los que vinieron también, y los que van a cualquier parte sólo para hacer daño a otros. Espero que Satán os tenga reservado un ostiódromo eterno para que os desangréis entre vosotros por toda la Eternidad.
Con todos los respetos a los que creen en Él y les ayuda cada día, que se joda Dios, porque en algunas cosas no depuró el código fuente y la cagó pero bien. Entre otras cosas, el del organismo humano y su imperfección en forma de enfermedades, que si alguien me dice que son un castigo divino, ya sabe lo que le digo: que se joda también. Como yo no creo en Dios, que se joda el responsable pertinente, en especial el que se olvidó de borrar "ELA" de la papelera de reciclaje.
Que se joda todo aquel que no sepa comprender que estamos de paso y que lo único que podemos hacer es hacernos los unos a los otros lo más gradable posible este pequeño soplo de tiempo. Lo demás es escupir hacia arriba.
El resto de la gente, que lo pase bien y que intente hacérselo pasar mejor a todo el mundo. Incluído nuestro mundo y los seres que habitan en ella, que ni nos pertenecen ni tenemos derecho a hacerles ningún daño.
Nos leemos.
1.11.07
La Raza Gatuna
Comparto mi vida con varios seres vivos: uno es un especimen femenino del género humano al que quiero con locura y que más que ccompartir su vida conmigo, la complementa y me la hace posible tal como la concibo.
El resto de organismos vivos que pueblan mi casa son varios vegetales, algunos millones de ácaros y microorganismos y dos mamíferos felinos a los que más que apreciar, venero. Son Patxi y Fito.
Patxi es un gato persa blanco tranquilo, algo hipocrondríaco y fascinantemente indiferente a las muestras de cariño. Cuando lo adoptamos era un amasijo de nudos sano, pero descuidado; ahora es el gato que más visita la consulta de su veterinario porque lo pilla todo, está hecho un toro (de grande), es un apasionado de las olivas y tiene el privilegio de haber sido el primer habitante de nuestra casa, inluso antes de nosotros. Está loco y a cada momento dan ganas de amasarlo. El nombre le venía puesto, pero nos encanta porque lo vasco nos tira mucho.
Fito es la adquisición animal más reciente y no es que esté loco, es que es el primo desequilibrado de Marilyn Manson. Cuando llegó venía de haber sido rescatado de la calle (gracias Anna) y pesaba 900 gramillos; ahora son 2 kilos y medio de gato europeo común atigrado con más nervio que un bistec barato y una cara de cabrón que ni pintada le retrataría tan bien. Desde que está en casa Patxi anda más activo y más cansado, está menos por nosotros pero es mejor para él tener un compañero con su mismo número de patas. Fito tiene una característica demoledora: se pone como loco a mi alrededor, haciendo parecer que quiere algo, y hasta trepa por mi ropa para alcanzarme los brazos, porque es lo que quiere: que le coja, simplemente. Supongo que ha salido a mí, porque a veces lo único que me hace falta es saber que me quieren. Su nombre es la tercera opción tras Fox, tal como lo bautizaron al rescatarlo y que le duró una semana, Vito, que es el que yo le quería poner pero no caló mucho en mi novia, y Fito, que fue el que al final nos pareció que le iba mejor por ser una mezcla de los dos anteriores y porque el nombre de un criajo tocapelotas, que es lo que es.
Digo que les venero porque me parecen la concentración de toda la belleza, audacia, agilidad e independencia de la que es capaz la naturaleza, además de ser un par de cabrones con mucho morro que se quedan en MI cama, con MI novia, cada madrugada cuando me voy a currar.
No os lo tengo en cuenta, pero es porque a veces os miro a los tres y joder, no mucha gente puede contemplar juntas tantas cosas por las que siente tanto.
El resto de organismos vivos que pueblan mi casa son varios vegetales, algunos millones de ácaros y microorganismos y dos mamíferos felinos a los que más que apreciar, venero. Son Patxi y Fito.
Patxi es un gato persa blanco tranquilo, algo hipocrondríaco y fascinantemente indiferente a las muestras de cariño. Cuando lo adoptamos era un amasijo de nudos sano, pero descuidado; ahora es el gato que más visita la consulta de su veterinario porque lo pilla todo, está hecho un toro (de grande), es un apasionado de las olivas y tiene el privilegio de haber sido el primer habitante de nuestra casa, inluso antes de nosotros. Está loco y a cada momento dan ganas de amasarlo. El nombre le venía puesto, pero nos encanta porque lo vasco nos tira mucho.
Fito es la adquisición animal más reciente y no es que esté loco, es que es el primo desequilibrado de Marilyn Manson. Cuando llegó venía de haber sido rescatado de la calle (gracias Anna) y pesaba 900 gramillos; ahora son 2 kilos y medio de gato europeo común atigrado con más nervio que un bistec barato y una cara de cabrón que ni pintada le retrataría tan bien. Desde que está en casa Patxi anda más activo y más cansado, está menos por nosotros pero es mejor para él tener un compañero con su mismo número de patas. Fito tiene una característica demoledora: se pone como loco a mi alrededor, haciendo parecer que quiere algo, y hasta trepa por mi ropa para alcanzarme los brazos, porque es lo que quiere: que le coja, simplemente. Supongo que ha salido a mí, porque a veces lo único que me hace falta es saber que me quieren. Su nombre es la tercera opción tras Fox, tal como lo bautizaron al rescatarlo y que le duró una semana, Vito, que es el que yo le quería poner pero no caló mucho en mi novia, y Fito, que fue el que al final nos pareció que le iba mejor por ser una mezcla de los dos anteriores y porque el nombre de un criajo tocapelotas, que es lo que es.
Digo que les venero porque me parecen la concentración de toda la belleza, audacia, agilidad e independencia de la que es capaz la naturaleza, además de ser un par de cabrones con mucho morro que se quedan en MI cama, con MI novia, cada madrugada cuando me voy a currar.
No os lo tengo en cuenta, pero es porque a veces os miro a los tres y joder, no mucha gente puede contemplar juntas tantas cosas por las que siente tanto.
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