26.12.07

Por qué Spielberg NO es ñoño (2)

Después de la Hostia consagrada que supuso la noche de los Oscars de 1985, con "EL color púrpura" nominada a 12 premios y ganadora, de, bueno, ninguno (Spielberg abandonó la ceremonia al darse cuenta de que le estaban castigando por vender más entradas que todo el resto juntos), Mr. Steven siguió intentándolo. Fue su etapa más extraña, pero no dejó de dar raciones de azúcar y sangre a partes iguales:


EMPIRE OF SUN

La historia va de un niño separado de sus padres por culpa de la Guerra de Corea, que sobrevive en campos de concentración japoneses haciendo amistad con un estafador americano. Aparte de esto, una patada en el estómago del patriotismo yanki es el niño protagonista saludando solemnemente a otro niño, japonés, piloto kamikaze destinado a inmolarse contra un barco estadounidense. Y encima emociona. ¡Toma!


INDIANA JONES AND THE LAST CRUSADE

Posiblemente la más blandita de las 3, nos regalaba una pequeña perversidad: la amante del hijo es también la amante de su padre, y no sabemos bien a quién van dirigidos sus sugerentes recuerdos… Un americano colaborador de los nazis, un general alemán despeñándose por un barranco a bordo de un tanque, o la firma de Hitler en el diario del protagonista son algunas de las perlas de la función.


ALWAYS

Lo único verdaderamente estimulante de este bodrio, digámoslo claro, aparte de ver a Audrey Hepburn, que siempre viene bien, era la muerte del protagonista: en plano medio mira el ala de su avión, en llamas, sonríe a cámara y, sin cortes, asistimos a la explosión total del aparato.


HOOK

Niños ignorados por sus padres, y toda la perversidad pedófila del Capitán garfio aparte, lo cierto es que darle una muerte digna y sin alharacas a un personaje central de doce años no está nada mal para una peli familiar.


JURASSIC PARK

Aparentemente, una vuelta de tuerca más en la familiar filmografía de Spielberg. Algunas balas perdidas: La primera escena, eco de Tiburón, acaba con la espantosa muerte de un afroamericano al que han dedicado previamente un primer plano. Un Tiranosaurio se merienda a una cabra viva ante los ojos de los dos niños protagonistas; la niña aparta la mirada, pero el niño abre los ojos como platos y exclama, extasiado: ¡Fíjate cuánta sangre!. Un abogado es devorado en plano general y sin cortes. Una mano amiga se posa sobre el hombro de Ellie… pero sólo es una mano.


SHINDLER’S LIST

A pesar de lo crudo del tema, también se recriminó a Spielberg su tendencia a la blandenguería en el final, porque el prota se pone a llorar (total, porque se ha acabado la 2ª Guerra Mundial y 1000 judíos le agradecen que les haya salvado la vida, ya ves qué cosa). Parece ser que no era suficiente truculencia mostrar el cadáver de una niña en una carretilla, la paliza de Goeth a Helen, las prácticas de tiro de aquél con un criado adolescente, el asesinato de un manco desarmado, el angustioso momento de las tres pistolas encasquilladas que impiden la ejecución de un obrero arrodillado, la matanza del ghetto de Cracovia, las pruebas físicas a los prisioneros con fondo operístico, los niños caminado cantando hacia los hornos crematorios, la lluvia de cenizas humanas, la avalancha de tiros en la cabeza, las montañas de muertos quemados…


THE LOST WORLD: JURASSIC PARK

Curiosamente, aunque esta entrega era más oscura (literalmente) que la primera, se levantó bastante el pie en cuanto a masacres. Es más curioso que otra cosa el paseo de un Tiranosaurio por San Diego, y los ataques son más sugeridos que vistos. Lo más disfrutable, un insanamente largo ataque de Galliminus a Peter Stormare.


AMISTAD

Un fiasco, tanto como peli como por el goce gore, aunque visualmente Kaminsky se sale, pinta a Goya con la cámara. La perla: el motín de esclavos en el barco del título, con recién nacidos salpicados de sangre, el capitán ensartado salvajemente con un sable y un clavo arrancado con los dedos.

24.12.07

Casi Soy Leyenda...


En la entrada de "The Bourne Ultimatum" comentaba lo que mola ver que alguien le echa pelotas a algo; en aquel caso, los responsables de la saga Bourne a hacer una serie de pelis de acción alejadas de la MTV y tratando al espectador de igual a igual.

La nueva adaptación de la novela de Matheson, es casi casi un ejemplo parecido de lo anterior. Poco esperan los espectadores que van al cine a ver los blockbusters de cada temporada encontrarse con lo que desfila por la pantalla durante la primera hora y poco de "Soy Leyenda", a saber: una versión salvaje del tramo central de "Náufrago". Lejos de jugar a la premisa manida de "bueno, el tipo está sólo, pero ahora aparece ésto, y luego lo otro y al final sólo está sólo porque lo dice el trailer", la peli tiene los santos bemoles de seguir a un único personaje y su perrica durante su desolada rutina diaria, en una impresionante ciudad de Nueva York totalmente vacía. Hay un flashback recurrente que nos remite al desastre, lleno de gente gritando y follones por todos los lados, pero no son un alivio para el espectador, sino uno más de los gajos en los que se descompone el protagonista, soberbio Will Smith durante esa parte de la peli.

Porque "Soy Leyenda" son dos películas: la pequeña y sorprendente historia pequeña, inteligentemente planteada y valientemente desarrollada que cada cierto tiempo surge en el campo del fantástico y la ciencia ficción; y su secuela, el vacío y proteínico chute de golpes de efecto y FX a porrillo en que los personajes son meros mecanismos de la trama. El problema es que nos la ponen una detrás de otra, y es como ver "Spider-man" 2 y 3 seguidas: pasas de lo sublime a lo estúpido sin avisar, y éso está muy feo.

Hay un momento, una magnífica escena íntima y terrible, consecuencia directa de toda la hora que la precede, en que Neville se ve abocado al abismo. Un momento filmado con exquisitez extrema por un Lawrence francamente sorprendente. Fundido a negro, y off del prota. Genial. Seguro que Protosevich dejó el guión ahí. Qué guapo ha quedado.

Problema: viene Akiva "sutil-como-un-cortacesped" Goldsman y (cuidado!) piensa: joder cómo molaría este final SI NO LLEVÁRAMOS SÓLO HORA Y CUARTO DE PELI Y HUBIERA HABIDO UNA PUTA EXPLOSIÓN. Y aplica la "fórmula Akiva": repetir hasta que quede claro, con mucho fuego y mucha velocidad, para llegar a los 100 minutos y poner algo en el trailer que atraiga a los espectadores de menos de 15 (años y CQ).

A partir de ahí, Lawrence defiende como puede un tercer acto 100% mamotreto Hollywoodiense de 150 millones: defensa de la familia, psicología de los personajes escupida en diálogos obvios, y escena supermegapepino de decisiones extremas... y tontas hasta decir basta, que el espectador que ha disfrutado como un enano hasta entonces recibe con un alzamiento de ceja y un ¿ein? algo incómodo. Ni Will Smith parece cómodo en un último asalto que tira por tierra toda la gama de colores interpretativos que se ha ido forjando durante el resto del metraje (absolutamente brutal el momento del saludo a "la chica del videoclub"). Total, que al final es como cuando vimos "Spider-man 3": me gustó más lo anterior.

Por éso Soy Leyenda es casi un pepino de peli, pero se queda a las puertas porque no se le han echado las pelotas necesarias para continuar hasta el final el tono y el concepto que mantiene con solidez durante los dos primeros tercios. Francis Lawrence consigue imprimir ritmo sin recurrir al Parkinson del montaje; los FX son de órdago y Will Smith, durante ese cacho, es la Megaestrella respetable capaz de todo y con dos cojones como dos castillos. Ojalá la hubieran estrenado como "Grindhouse", en dos mitades, y yo me quedaría con esos dos tercios. El resto, para sacar imágenes en el trailer y poca cosa más.

PD: MUY MAL hacer los vampiros/zombis/mutantes/infectados en CGI. Hay momentos en que parece que estás viendo "La Momia".

PD2: Akiva Goldsman, dedícate a adaptar a John Grisham y deja la Sci-Fi pa los que saben.

PD3: Francis Lawrence merece una alerta de Google. Este tío SABE rodar.

19.12.07

Por que Spielberg NO es ñoño (1)

Steven Spielberg ha sido tachado de ñoño, infantil, azucarado, empalagoso…

Es cierto que la mayoría de sus pelis son para todos los públicos. Pero éso, que hoy en día es sinónimo de pastel navideño con niño con poderes que viaja a un mundo fantástico en que tiene que encontrar un objeto para derrotar al malvado de turno, fue en su día un malsano ejercicio de educación para todos los que ya hemos tirado el Carnet Jove.

Gremlins, Los Goonies, El templo maldito… En esas pelis no se taladraba el cráneo de nadie en primer plano ni se le cortaba un ojo salido con una tijera, vale, pero tenían una sutil lectura bastante edificante sobre muchas cosas (cuestionar la autoridad, superar el aislamiento, trabajar en equipo aunque te lleves a matar con ellos) que ahora vemos en toda su crudeza, sin demasiada elegancia, cuando no de forma abiertamente desagradable. Es evidente que para un adolescente de hoy, cuyo héroe de cabecera es Neo (que a pesar de ser un Elegido Mesías con una mente Superior, combate la opresión de las máquinas con armas, muchas armas), las atrocidades vistas en las aventuras de Indiana Jones son poco menos que infantiles; pero no olvidemos que los críos de ahora pasan de los Teletubbies a muñecajos japoneses que se matan a hostias sin solución de continuidad. Igual lo que nos está pasando es que nos falta esa grasa para pasar de un estado a otro.

Este post, partido en tres, es un homenaje a los que crecimos con las pelis de Spielberg, y pudimos disfrutar de estas “ñoñerías”:


DUEL

El protagonista, el supuesto héroe y reflejo del espectador, ése cuyos actos deben ser siempre nobles y dignos de admiración, estalla de alegría cuando el camión que le ha perseguido durante toda la película se convierte en un amasijo de hierros al caer por un precipicio y, es de suponer, aplasta en su interior al conductor. Algunas escenas atrás, hemos asistido a una conversación entre el protagonista y su esposa, en que se aprecia claramente la desestructuración e incomunicación que reina en la familia.


THE SUGARLAND EXPRESS

La pareja protagonista se escapa de la cárcel y secuestra a su hijo, acogido por una familia sureña. Secuestran también a un oficial de policía en su propio coche, en el que emprenden una huída a través de carreteras inmensas, perseguidos por la policía estatal. Cuando empiezan a entenderse y hacer planes de futuro junto a su hijo, son abatidos a tiros en un aparcamiento.


TIBURÓN

La lista de atrocidades de esta película es espectacular, pero entre ellas, nos quedaremos con dos imágenes icónicas: la escena del ataque a una barcaza de pescadores concluye con un plano explícito y sostenido de una pierna seccionada hundiéndose en el fondo de la bahía. La más bestia: mientras la playa está atestada de bañistas, un niño es alcanzado por el escualo en su colchoneta y descuartizado en plano general; un géiser de sangre es lo único que queda del pobre chaval.


CLOSE ENCOUNTERS OF THE THIRD KIND

Vale, esta peli no es un alarde de sadismo precisamente. Sólo asistimos al secuestro de un niño, el abandono del protagonista por parte de su familia y animales podridos en primer plano.


RAIDERS OF THE LOST ARK

En medio de una haima, Indy y Marion son perseguidos por una secta de asesinos contratados por Belloch. El último de ellos es un guerrero vestido de negro que hace una demostración de manejo de la cimitarra para retar a Jones a combate; éste, a sangre fría, desenfunda su revólver y lo mata desde unos cómodos y seguros 25 metros de distancia. Toma héroe.


1941

Aparte de echar la culpa del ataque de Pearl Harbor a un exmarine borracho, la película deja la aviación estadounidense como un atajo de pervertidos descerebrados, capaces de descuidar la guardia en tiempos de guerra por un polvo a medio vuelo.


E.T.

La carga emocional de esta película hace difícil encontrar un momento duro; sin embargo, si escuchamos los diálogos, encontramos que los niños torturan psicológicamente a su madre con la constante mención a su padre ausente. Además, el mejor amigo de un niño de diez años muere ante sus ojos, para después resucitar… y desaparecer para siempre.


THE TEMPLE OF DOOM

Aquí desfila ante nosotros todo un catálogo de costumbres santeras. Lo más infantil: el menú a base de manjares asquerosos. Lo más heavy: un crío poseído haciendo vudú a otro crío, esclavo, encadenado, tratando de librarse del niño santero a hostia viva. Por en medio, niños esclavos mineros varios, sacrificios humanos, un corazón arrancado en directo…


THE COLOR PURPLE

Amén de la historia de una mujer vendida a los 14 años como esclava por su propio padre, tras cansarse de abusar de ella, esta “sensiblera” cinta nos regala palizas varias de hombres a mujeres, pedradas en las cabezas de varios niños y la traumática separación de dos hermanas púberes por parte del marido(¡!) de la más joven de ellas.

13.12.07

Montar en Burra

Entre tus piernas, una vibración constante. En tus brazos, el control inmediato y orgánico que no da ningún volante. Ante tí, tras la visera del casco, sólo aire y carretera. Detrás tuyo, a veces ella, o él; otras veces, el morro acechante de un taxi o el pasado que dejas con una ojeada de desprecio en los retrovisores.

Cada curva la trazas tú. Cada bache te lo comes tú. Cada ráfaga de aire te mueve a tí. No es una máquina que te lleva, es una extensión de tu cuerpo; los Cyborgs existen y somos nosotros.

Guantes, casco, botas, chupa, bufanda, y una actitud que sólo entendemos los del saludo de dos dedos. Pasamos frío, nos mojamos, nos caemos, no llevamos airbag ni ESP ni un triste techo que nos cobije, cargamos con el casco a todas partes y no podemos llevar casi nada encima. Preferimos pensar que no nos hace falta nada más que lo que podemos llevar.

Ir en moto. Si lo pruebas, te enganchas.

Errare Humanum Est...

Resulta que el senado acordó ayer instar al Gobierno a que haga desaparecer el canon digital en un año. Hasta ahí bien.

Peeeero en este mundo de mediocres metidos a políticos, algunos incluso senadores (qué devaluadas están las instituciones, tú), resulta de que no, de que lo que enrealidad querían era lo contrario; lo que pasa es que se hiceron la picha un lío al votar y votaron lo que no querían votar. Será que el planteamiento de la consulta tendría más de línea y media.

La culpa, según algunos análisis certeros de algunas personalidades y muchos payasos:

1) según Zaplana, del gobierno. Por supuesto, porque sí y porque "mía no a ser, si yo no tengo nada que ver con... nada, señorita".

2) según Zapatero, porque nuestra democracia es tan grande y está tan avanzada que podemos votar algo en contra hasta incluso cuando estamos de acuerdo con ello, porque tenemos tanta empatía entre nosotros que se nos pegan las opiniones por ósmosis.

3) según Acebes, de ETA. Osea, del Gobierno, que viene a ser lo mismo que dice Zaplana, pero cambiando la cara de cabrón por la de subnormal profundo.

4) según Jiménez Losantos, de LA ETA. Y ha añadido: "no sé de qué va el tema, peggo la cudpa de todo la tiene Zapateggo".

5) según AVT, de ETA también, pero con la complicidad del Gobierno. Ya ha anunciado una manifestación.

6) según Enrique Dans, de que no le consultaron a él.

7) según Fuckowsky, de Enrique Dans, y de que la votación se hizo mediante FON.

8) según Barrapunto, de que el ordenador que gestiona las votaciones no funciona con Linux.

9) según la SGAE, de que un Hacker malversó los datos. Por tanto la votación se invalida, es más, que no hace falta, que lo siguen cobrando y ya está.

10) según Rajoy, de que su primo, que es físico, opinaba que no era un problema relevante.

11 según el primo de Rajoy, de que hay mucho primo bocazas suelto.

12) y según el Tomate, de que hay unas fotos comprometidas que no quieren que salgan y por éso han votado en contra. No tiene nada que ver, pero sirve para hacer unos cuantos "próximamente" para rellenar.

Según la opinión de este humilde blogger, que vivimos en un país de pandereta en el que andie pone atención nada más que en lo suyo. Y cuando el tiempo sus señorías lo pagamos todos, es cosa de chiste, pero no de broma.

12.12.07

Jodie Foster es noticia

Con 14 añitos, la hasta entonces modelo publicitaria Jodie Foster bordó un breve pero intenso papel de prostituta ingenua a la que Travis Byckle intenta sacar de su mundo en uno de los tiroteos más bestias de la historia del cine. Desde esa gloriosa "Taxi Driver", la menuda Jodie se ha labrado un carrerón de hierro forjado que le ha reportado 2 Oscars de protagonista, prestigio infinito y ser la única actriz capaz de llevar a la gente a las salas sólo por su careto, sin ser un bellezón ni renunciar a interpretaciones que siempre están entre la simple lección de presencia ("Plan Oculto") a lo directamente sobrenatural ("El silencio de los corderos", simplemente la mejor actuación de una actriz de la historia). Además, tiene una interesante minitrayectoria como directora, con la interesante "El pequeño Tate" y la alocada "A casa por vacaciones". Vamos que la chica no es lo que se dice una estrella de un día.

Peeero en este puñetero mundo de porteras mediocres en que vivimos, a este fenómeno de la profesión le dan un premio y, por una simple dedicatoria a otra mujer, se casi confirma lo que ya se venía especulando desde siempre: que Jodie Foster es homosexual. A este insistente y cansino rumor ayudan dos hechos: uno, que Jodie Foster es madre biológica de dos críos de los que nunca se ha sabido el padre; y dos, más una curiosidad que otra cosa, es que algunos papeles que ha bordado (porque esta mujer no interpreta: siempre lo borda) estaban originalmente pensados para hombres y al serle asignados a ellas no se han cambiado lo más mínimo (el protagonista de "Plan de vuelo" iba a ser Sean Penn, y ni siquiera le cambiaron el nombre. Curiosidad sobre curiosidad: el hermano de Michael Douglas en "The Game", finalmente interpretado por Sean Penn, estuvo pensado para Jodie Foster).

Del hecho de que la supuesta salida del armario de Jodie Foster sea la noticia más relevante sobre esta pedazo de actriz en los últimos años (algunos medios, probablemente, ni se acordaban de ella) cabe reflexionar sobre algunas cosas: si es realmente noticia que finalmente sepamos con quién se va a dormir todas las noches una persona; si es justo que la supuesta homosexualidad de Jodie Foster le valga más titulares que su impresionante aparición en "Largo Domingo de noviazgo", por ejemplo; si la posición de poder de una mujer en Hollywood, como la que goza Jodie Foster, tiene que ser siempre necesariamente relacionada con su condición de, para algunos, "medio hombre" (os juro que he llegado a leer semejante aberración); y en definitiva, si nos merecemos que esta mujer siga regalándonos interpretaciones como las que nos regala si cuando sale su nombre por ahí es para que digamos "ah, sí, La Jodie Foster, esa que es lesbiana pero que no lo dice... ¿Y por qué no lo dice? ¡Pero si todo el mundo lo sabe!".

Manía con querer saberlo todo, coñe.

2.12.07

Oooooootra vez

Ya es que cansa. Ya ni siquiera me dan rabia ni ganas de matarlos a todos. Es que me cansan. Todos. Los que disparan, los que lamentan, los que critican, los que no condenan, los que van al entierro, los que se encogen de hombros, los que lloran, los que increpan al Presidente en el mismísimo entierro, los que sonríen por lo bajini porque así la gente les va hacer más caso, los que esperan notcias del que está en coma, los que hablan sin pensar en lo complejo del problema.

Sobre todo los que disparan. Me cansáis y me dais pena. Me dais pensa porque no tuvisteis huevos de ir a por el que de verdad nos jodió la vida durante 40 años y ahora escondéis vuestra cobardía acribillando a dos currantes en un aparcamiento. Qué valientes. Qué gran favor le hacéis a vuestra tierra, destrozando familias insignificantes que nada tienen que ver con vuestra causa.

Qué putos héroes de mierda estais hechos. Cualquier revolucionario de verdad se avergüenza de vosotros. Hacedle de verdad un favor a vuestra tierra y pegaos un tiro vosotros para limpiarla de escombros.

Miedo me daba Rajoy. Tengo que reconocer que me ha sorprendido para bien. Veremos más adelante, sobre todo los perros de presa de su partido. Que se peguen un tiro ellos también.

A las familias: perdón. Yo no tengo nada que ver, pero como ninguno de ellos va a hacerlo, vaya por que alguien lo haga.

29.11.07

Puñalada Trapera

Están el Editor y el Jefe de Producción hablando sobre si un plano debe ir con overlapping o no. El Jefe de Producción dice que éso es cosa del Director, pero que por él que se deje como está. El Editor dice que con overlapping la cosa queda más fluida, a lo que el Jefe de Producción responde encogiéndose de hombros, como diciendo "es que es cosa del Director, yo...". La verdad es que el overlapping exige un trabajo algo más concienzudo, porque el plano ya está montado.

Unos días después hay reunión de Postpro. Después de varias cuestiones menores, el Editor deja caer que ha hablado con el Mezclador y con el de Efectos, ambos ausentes, y que ellos también opinan que con overlapping el plano quedaría más fluido; el Editor insiste en que es sólo una opinión pero que le resulta importante dejar claro que el trabajo extra que supone el arreglo compensa con el resultado. El Director, sin discutir, resuelve que quizá lo suyo sería contratar a otro Auxiliar de Montaje para que ayude a esos detalles que, por falta de tiempo, pueden hacer que la peli quede un poco basta. El Jefe de Producción asiente en silencio. Se queda en llamar al estudio para que busquen a un Auxiliar cuanto antes.

Unos pocos días más tarde, el Jefe de Producción no piede más y pilla al Editor por banda. Le suelta que lo que hizo en la reunión de PostPro está muy feo porque él tenía en mente otra cosa sobre la Edición General, que a él, aunque sea el Editor, no le atañe ni le corresponde decidir nada; que quién es él para pedir la opinión de nadie y que lo hizo fue porpinarle una Puñalada Trapera.

El Editor pide disculpas por haber hecho algo que hizo sentir ofendido al Jefe de Producción. Sin embargo, el Editor, que por suerte o por desgracia ha leído algo más de la cuenta, sabe cuál es la diferencia entre "hacer algo que hace sentir ofendido a alguien" y "ofender", a secas. Se disculpa por no haber sabido calibrar el alcance de su bienintencionada acción en la percepción de su compañero, pero no se disculpa por la ofensa, porque no cree que ésta exista. El Jefe de Producción no capta el matiz y se da por satisfecho, aunque se mantiene alerta.

El resultado: un nuevo trabajador en el proyecto, y todo el mundo trabajando más tranquilo, excepto el Jefe de Producción, que pone su supuesta parcela de poder por delante de la buena marcha del proyecto y considera que las opiniones se le deben comunicar a él, para que las deseche convenientemente con un encogimiento de hombros.

El Editor formuló una opinión anteriormente formulada sin respuesta, cuyas únicas consecuencias negativas repercutían sólo en él. ¿Dónde está ahí la puñalada trapera?


PD: Dramatización, basada en hecho reales, desgraciadamente no acontecidos en un proyecto de peli.

26.11.07

Blade Runner: The Final Cut

MADRE MÍA

Bueno, los que hayan esperado demasiado se han quedao a dos velas: el sábado se retiró de cartel "Blade Runner: The Final Cut", el cuarto y definitivo montaje de la mítica peli de Ridley Scott. También se han agotado, al parecer, las reservas del megamaletín que contenía la edición en DVD de todas las versiones, más un disco de extras, más chorrocientos regalitos... Prueba de que cuando algo es bueno, la gente aún responde.

Lo que aquí voy a intentar resumir es la impresión que te deja esta última edición de la que posiblemente sea la mejor película de la historia del cine, ya no sólo de ciencia ficción, sino de todo lo que ha dado de sí este siglo y pico de existencia. Porque Blade Runner puede ser más que una peli: es un objeto de culto, una pieza clave de la cultura contemporánea, una referencia del género y de toda una forma de vida; pero por encima de todo es, en su esencia, una obra de arte, una de las pocas que traspasa su aura mítica por la sencilla razón de que es una pieza audiovisual cojonudamente bien escrita, fotografiada, interpretada, dirigida y montada; vamos, que si uno le niega la capacidad mítica, le queda una peli soberbia. No hay muchos objetos de culto que superen su propia condición. Pero Blade Runner sí.

Para empezar el tono está endiabladamente bien escogido. No sólo se utilizan los mecanismos narrativos del cine negro como estructura, sino que se impregna de los principios dramáticos de ese género/movimiento del cine americano de los 40: los personajes ambiguos, la atmósfera agobiante, y sobre todo una neblina de profunda tristeza. Porque Blade Runner es una película triste, a pesar del canto desesperado a la vida de su antagonista en los minutos finales y la indulgencia redentora de Gaff con la última frase: con la nueva edición del final, y lo tremendamente claro que queda ese arrastrado detalle sobre el personaje de Rick, la sensación que queda sobre la historia de amor es que ésta es menos éso que una historia de desgracia compartida, de unión en la desesperanza, de compañía en el dolor; tal vez sea esa la visión del amor que tiene Ridley Scott, si se atiende a la relación de Thelma y Lousie, por ejemplo, o
la descorazonadora existencia de J.F. Sebastian, un injustamente ninguneado personaje que constituye un eje moral en la historia. Y digo que este tono está bien escogido porque esta historia de seres más humanos que los humanos habla de lo poco preparadas que estamos las personas para gestionar nuestras emociones, y cómo esa torpeza nos quita el derecho a juzgar a los demás seres: Batty sufre más al asesinar a su creador que lo que sufre éste al negarle la prolongación de su vida; un sutil desprecio por la religión, por cierto, recorre ese momento de la película.

En cuanto al nuevo aspecto de la peli, es espectacular. La proyección digital dota de toda la fuerza posible a la capacidad creadora de Scott, que es de por sí una de las más arrolladoras del cine. La luz que recorre el metraje es absolutamente hipnótca, igual que el tratamiento del sonido, que resulta sorprendente en una película de hace 25 años. Decir que Blade Runner reinventó el cine quizá sea demasiado, pero lo que sí es cierto es que algunas soluciones visuales vistas en ella son, simplemente, planos de mañana: cosas que ves aún en publicidad, en videoclips, con la virtud añadida de que, siendo una película que juega la baza de la innovación, se queda vieja en contadísimos aspectos (el diseño de los coches en tierra, por ejemplo, o una música a ratos víctima de su propia voluntad de ajuste a la ambientación), pero va por delante la mayor parte del tiempo: Scott supo crear una atmósfera que cierra la película en sí misma y no permite identificar más referencias que algunas marcas publicitarias, y sin embargo la dota de una verosimilitud y una vigencia atemporal: o el mundo ha cambiado muy poco en 25 años, o estamos construyendo el decorado de "Blade Runner" a escala mundial.

Los pequeños cambios realizados para este nuevo reestreno enriquecen la historia, aclaran de una vez por todas la condición de Deckard y mantienen ese acertado tono a raya; por encima de maniobras comerciales o caprichos de artista, a mí que he visto todas las versiones no me cabe duda: ésta es la edición más fiel a lo que parece querer contar el tito Ridley con esta triste fábula.

A Scott se le ha reprochado mucho su irregularidad y algunas maniobras artísticas cuanto menos confusas. Hay que recordar que, sin ir más lejos, esta misma película fue un fracaso de taquilla y que algunos de sus peores trabajos son los que han funcionado mejor. Scott, como Kubrick, como Coppola, como Fincher, tiene la desgracia de estar artísticamente por encima de su propia época y del público masivo de ésta, pero con la particularidad de saber conectar con él a nivel estético (ahí está la nefasta pero arrolladora "Black Hawk Derribado", que detesto pero soy incapaz de dejar de ver). Por éso, como su hermano, ha prostituido en ocasiones su capacidad visual por historias de serie Z; pero pensemos qué pasaría con Blade Runner si se estrenara ahora no como clásico, sino como peli del verano, y deduzcamos si el hecho de que no se hagan más como ésta no será un poco culpa nuestra.

Esperemos que con "American Gangster", que al parecer es, como Jimmy el Santo, la Hostia en Vinagre, Scott pueda servirnos una nueva muestra de talento visual y dramático a la altura, si no de Blade Runner, sí de algo que pueda considerarse equivalente dados los tiempos que corren.

14.11.07

Que Se Callen!!

Era inevitable. Es la noticia de la semana y no podía dejar de subirme al carro del oportunismo. Qué agusto se debe quedar un Rey cuando manda callar a un payaso. Qué lastima que no podamos hacer todos lo mismo, ¿no?

Pues sí. Un curioso juego: a ver a quién hubiéramos tenido que mandar callar de estar presentes ante estas ocurrencias:

"¿Me está usted diciendo que hay terrorismos buenos y terrorismos malos?"

"Estas elecciones las han ganado los terroristas"

"¿Y quién te ha dicho que yo quiero que conduzcas por mí?"

"Estamos trabajandou en ellou..."

"Bicos... Ji Is Mai Fren" (ésta es el descojone)

"Señor González, ¿por qué estamos participando en la Guerra del Golfo?"

"Váyase, señor González"

Y mi favorita, supuestamente pronunciada los últimos días:

"Lo cortés no quita lo valiente". ¿Qué coño sabrás tú, payaso, de lo que es cortesía y lo que es valor, imbécil?

Por supuesto son perlas de mi queridísimo ex-dictador encubierto Chema Aznar, que aparte de haberle dicho lo que le soltó JC al gordo Hugo, le hubiera soltado un par de hostias para subrayar la intención.

Que sí, que Chávez se merece que le callen (y que le den un par de hostias), pero vaya, que la lástima es que haya sido por defender a Aznar, como si no hubiera causas más nobles. Cualquiera, no sé, salvar una babosa de un atropello. Aznar que se defienda sólo, con su melena y su sonrisita paralítica de payaso sin gracia. Y que el Rey debería haberle mandado callar a él mucho antes. Y darle un par de hostias también, que para éso es nuetsro representante y tiene que hacer lo que nosotros no podemos.

7.11.07

Que Se Jodan

Parafraseando a Edward Norton en la inconmensurable "La última noche"...

Que se jodan primero de todo los rastreros. Es la peor cualidad del ser humano y la que aglutina todo el resto de vilezas. Que se jodan los que creen que tienen razón porque tienen más o menos dinero, más responsabilidades o porque gritan más, y no se preocupan de preguntarse si lo que el otro dice o propone podría llegar a ser cierto o incluso útil.

Que se jodan los que se permiten el lujo de decirle a la gente lo que está bien o lo que está mal, lo que deben o no deben hacer con su vida o con su muerte. Los que creen que arrodillados y mirando al cielo o al suelo están en mejor postura que yo, de pie frente a la puta tormenta y sin nadie por encima ni por debajo.

Que se jodan los que creen que por darte un puesto de trabajo te poseen para siempre. Es un contrato, entérate.

Que se jodan los que rinden culto a un trozo de tela de colores y un trozo de tierra que nunca les ha pertenecido porque está por encima de ellos aunque se deje pisar. Que se jodan los que le clavan postes a la tierra para poner vallas que no significan nada. Que se jodan los que creen que están en el lado bueno de la valla, porque algún día la puerta se abrirá hacia el otro lado y te merecerás que te nieguen el pan como tú hicicste antes.

Que se jodan los que se creen mejores por cualquier cosa que no sea ayudar al resto, lo cual siempre, curiosamente, hacen los que no se creen mejores. Si no haces nada por nadie, eres peor que nada. Da igual que cures el cáncer o sólo respetes a tu vecino de abajo; nada es poco para ser buena persona. Es muy fácil ser malo. Que te jodan por escoger el lado fácil.

Que se jodan los que pegan a sus mujeres. Ojalá todas tuvieran un hermano mayor de dos metros que os dejara sangrando a todos en una puta cuneta.

Que se jodan los que no ponen el intermitente y me hacen frenar la moto. Y los que nos cierran en la ronda. Hay sitio para todos, desgraciado, si quepo, déjame pasar, envidioso de mierda.

Que sejodan Aznar y su panda de enanitos hijos de puta lameculos (TODOS) que lo único que supieron hacer es matar gente en un lugar remoto para que luego vinieran a matarnos a los que no teníamos culpas. Que se jodan los que vinieron también, y los que van a cualquier parte sólo para hacer daño a otros. Espero que Satán os tenga reservado un ostiódromo eterno para que os desangréis entre vosotros por toda la Eternidad.

Con todos los respetos a los que creen en Él y les ayuda cada día, que se joda Dios, porque en algunas cosas no depuró el código fuente y la cagó pero bien. Entre otras cosas, el del organismo humano y su imperfección en forma de enfermedades, que si alguien me dice que son un castigo divino, ya sabe lo que le digo: que se joda también. Como yo no creo en Dios, que se joda el responsable pertinente, en especial el que se olvidó de borrar "ELA" de la papelera de reciclaje.

Que se joda todo aquel que no sepa comprender que estamos de paso y que lo único que podemos hacer es hacernos los unos a los otros lo más gradable posible este pequeño soplo de tiempo. Lo demás es escupir hacia arriba.

El resto de la gente, que lo pase bien y que intente hacérselo pasar mejor a todo el mundo. Incluído nuestro mundo y los seres que habitan en ella, que ni nos pertenecen ni tenemos derecho a hacerles ningún daño.

Nos leemos.

1.11.07

La Raza Gatuna

Comparto mi vida con varios seres vivos: uno es un especimen femenino del género humano al que quiero con locura y que más que ccompartir su vida conmigo, la complementa y me la hace posible tal como la concibo.
El resto de organismos vivos que pueblan mi casa son varios vegetales, algunos millones de ácaros y microorganismos y dos mamíferos felinos a los que más que apreciar, venero. Son Patxi y Fito.

Patxi es un gato persa blanco tranquilo, algo hipocrondríaco y fascinantemente indiferente a las muestras de cariño. Cuando lo adoptamos era un amasijo de nudos sano, pero descuidado; ahora es el gato que más visita la consulta de su veterinario porque lo pilla todo, está hecho un toro (de grande), es un apasionado de las olivas y tiene el privilegio de haber sido el primer habitante de nuestra casa, inluso antes de nosotros. Está loco y a cada momento dan ganas de amasarlo. El nombre le venía puesto, pero nos encanta porque lo vasco nos tira mucho.


Fito es la adquisición animal más reciente y no es que esté loco, es que es el primo desequilibrado de Marilyn Manson. Cuando llegó venía de haber sido rescatado de la calle (gracias Anna) y pesaba 900 gramillos; ahora son 2 kilos y medio de gato europeo común atigrado con más nervio que un bistec barato y una cara de cabrón que ni pintada le retrataría tan bien. Desde que está en casa Patxi anda más activo y más cansado, está menos por nosotros pero es mejor para él tener un compañero con su mismo número de patas. Fito tiene una característica demoledora: se pone como loco a mi alrededor, haciendo parecer que quiere algo, y hasta trepa por mi ropa para alcanzarme los brazos, porque es lo que quiere: que le coja, simplemente. Supongo que ha salido a mí, porque a veces lo único que me hace falta es saber que me quieren. Su nombre es la tercera opción tras Fox, tal como lo bautizaron al rescatarlo y que le duró una semana, Vito, que es el que yo le quería poner pero no caló mucho en mi novia, y Fito, que fue el que al final nos pareció que le iba mejor por ser una mezcla de los dos anteriores y porque el nombre de un criajo tocapelotas, que es lo que es.

Digo que les venero porque me parecen la concentración de toda la belleza, audacia, agilidad e independencia de la que es capaz la naturaleza, además de ser un par de cabrones con mucho morro que se quedan en MI cama, con MI novia, cada madrugada cuando me voy a currar.

No os lo tengo en cuenta, pero es porque a veces os miro a los tres y joder, no mucha gente puede contemplar juntas tantas cosas por las que siente tanto.

28.10.07

Se aceptan Sugerencias

Última hora: tengo que hacer un doctorado. Por un lado me perrea (dos años de clases más dos, tres o cuatro de investigación...); y por otro, como siempre, me faltan manos para contar todo lo que me interesaría estudiar. Estoy entre algo relacionado con Historia del Cine o la influencia de la tecnología en el audiovisual (visto lo que viene con James Cameron queriendo darle una patada a todo lo que hoy entendemos por cine).

Por éso, Se Aceptan Sugerencias.

23.10.07

World Press Photo

Hasta el 11 de Noviembre en el CCCB se puede ver, gratis, la exposición itinerante de la selección de fotografías de la prestigiosa fundación holandesa World Press Photo. Para el que no lo sepa, es una fundación que se dedica a promover y difundir la importancia de la fotografía de prensa como pilar fundamental de la información, que es a su vez, en mi humilde opinión, quizá el pilar más importante de la libertad.
Hay de todo, desde instantáneas graciosas y criosas relacionadas con el deporte, hasta desgarradores documentos gráficos que ponen de manifiesto la estupidez y la miseria humanas. Algunas fotos son buenas y otras son buenos documentos. No pongo muestras porque no sé como está el tema derechos, pero seguro que habéis visto alguna cosa en la tele o en los periódicos.
El caso es que salí de allí con la misma sensación que siempre tengo cuando me enfrento a la profesión periodística. No sé dónde está el límite entre llamar la atención de algo o usarlo vilmente para promocionarse; entre la expresión de un sentimiento y la manipulación y la pose. Supongo que alguien que tenga más claro el compromiso de la prensa con la verdad podría trazar esa línea con más seguridad, pero yo, pobre espectador tragapublicidad y víctima del bombardeo de chafarderos que se hacen llamar periodistas, noticias que denuncian vídeos vergonzosos mostrando el propio vídeo y oyente de horas y horas de nada llamada tertulia, no puedo.
Hay una foto que muestra un coche lleno de pijos recorriendo un barrio devastado de Beirut. Supongo que quiere llamar la atención sobre la superficialidad en un mundo con más problemas que la velocidad del ADSL. Pero también lo hace sobre un fotógrafo promocionado por Canon, ganador de un premio económico por esa foto, y yo me rasco la cabeza y pienso: no sé qué pensar...
No es una pregunta retórica, en serio, es una duda real. Supongo que nuestro país está tan lleno de pesudoperiodistas y fotógrafos que sólo saben disparar luces sobre famosos de medio pelo que no tengo esa mirada tan claramente comprometida. Sé que sería incapaz de hacerle una foto a una persona moribunda sin ayudarla; quizá si asumo que es la mejor manera de ayudarla, metafóricamente hablando, podría hacerlo. Por éso le dije a mi pareja que supongo que hay fotos ahí que un fotógrafo o un periodista sabría interpretar mejor, no por su calidad técnica o documental, sino precisamente por la justa medida de ambas. A mí aún me cuesta.
Por supuesto, hay que ver la exposición, incluso para salir cabreado de ella (que no es el caso). Porque en lo de la importancia de la prensa, como ente, para el ejercicio de la libertad, estoy totalmente de acuerdo. Otra cosa son los periodistas.

19.10.07

Tiempo Muerto

Hago un inciso en mi habitual (y de momento escasa) actividad crítica para una reflexión personal, si se me permite. Y si no, como tampoco me lee casi nadie, pues no hay mucha masa crítica que pueda forzarme a lo contrario, de modo que...
A veces uno entiende las pelis que ve bastante tiempo después de haberlas visto. Hombre, el argumento y el desarrollo, no, pero sí el trasfondo, esa especie de poso que dejan las buenas películas (o las icónicas, aunque no sean buenas) y que te vienen a la memoria cuando ese curioso artefacto imperfecto y tocahuevos que es el cerebro humano une dos contraplanos con la habilidad extraña de un Walter Murch especialmente inspirado.
Últimamente me están pasando cosas, por dentro y por fuera, bastante raras. Mi rutina vespertina me aburre, a ratos me asquea, me consume y alimenta mi sensación de estar perdiendo el tiempo a la velocidad del autobús 2525 de Palm Springs; la imperfección del organismo humano se ha manifestado con toda su crudeza en nuestra vida, haciendo que a ratos maldiga no ser un cabrón insensible capaz de pasar de todo; ecos del pasado vuelven con una extraña mezcla de amargura, paz interior, empatía y nostalgia, a ratos sana, a ratos pura envidia; sin embargo estoy con alguien a quien quiero, sin necesidad de explicar nada más, y tengo proyectos estimulantes aunque dependan en exceso de mi cambiante capacidad energética, vivo con dos seres pequeños y frágiles a los que me hace feliz cuidar y proteger, y creo que en rasgos generales se me puede considerar alguien no dañino, lo cual, dados los tiempos que corren, es un halago.
El otro día daban por la tele "cuando un hombre ama a una mujer", telefilmesco melodrama con un Andy García perdido tratando de no perder a una alcohólica Meg Ryan. Me pareció y me sigue pareciendo una peli pesada, lenta y fallida, pero pude ver cosas que la primera vez no conseguñi captar del todo: el Problema, que en esapeli es el alcoholismo de la esposa de un matrimonio más o menos modelo, sirve de plataforma para poner de manifiesto cosas más sutiles, como la dependencia entre las personas o la incapacidad de algunos de nosotros para decidir qué coño necesitan para ser felices.
Así estoy. A ratos mi vida me sobra y a ratos me faltan horas para llegar a todo lo que mi entusiasmo pretende. Sé que es una sensación común, quizá sea la crisis de los 30 avanzada, pero lo que está claro es que hay algo peor que no saber qué hacer ante un problema, y es lo que decía Andy García en una escena de la peli: "no puedo arreglar nada si no sé lo que se ha roto".
A ver si vienen pelis buenas de una vez y puedo encontrar a un Lester Burham o a un Capitan Miller que me sirvan de reflejo para saber por dónde tengo que escapar de esta Matrix que mes toy montando yo sólo.

16.10.07

La Jungla 4.0. Se han colao y nos han estrenado Terminator 4!!

Un personaje indestructible con chupa de cuero protege a un chaval súperimportante de que se lo cargue un malo tecnológicamente más avanzado, en un mundo en que las máquinas han enloquecido, y de paso haciendo romperse todo lo que se le ponga por delante. ¿Os suena? ¡Es La jungla 4.0!
La cuarta entrega de la saga se caracteriza por cepillarse olímpicamente todas las constantes de ésta, excepto el nombre de McClane, porque lo que es el personaje nos lo han cambiado. Ahora es Terminator. Salta de coches, camiones y aviones (¡!) en marcha, aguanta palzas, atropellos y hasta se autodispara, pero no pasa nada, aún tiene tiempo para tener una ocurrencia. Atrás queda el tipo fuera de lugar al que la primera aventura le pillaba descalzo, la segunda sin abrigo y la tercera con resaca; esta vez no bebe, no dice palabrotas y tampoco sabe qué demonios pasa, pero da igual, si el único problema es que se queda sin balas siempre tiene un coche a mano para lanzarlo contra cualquier cosa/persona que le esté tocando las narices.
La verdad es que la peli, al margen de que tiene de secuela de la Jungla el título y el nombre del prota, cumple como peli de acción puramente MTV, y hasta con cierta categoría: las escenas de acción funcionan sin marear, el estilo visual de Wiseman es a la vez resultón y tiene su punto artesanal (aunque queda lejos de la fisicidad animal de MacTiernan y es la antítesis del "mamotretismo" de Harlin, se le podría asemejar a un Michael Bay sin sobredosis de éxtasis), el plan es un poco moñas pero mola... en fin que a pesar de todo la cosa iba bien.
Peeero en algún momento había que cagarla, y hay estaban los guionistas para no ponerse de acuerdo y meter la pata por su parte. Porque lo peor que se puede decir de la peli es que su guión, sin ser malo del todo, adolece de un problema muy gordo y difícilmente superable cuando se pone un libreto con ese título en manos de mucha gente, productores incluídos: está más desequilibrado que Nicolas Cage. Lo que por un lado son continuos aciertos directamente venidos de las anteriores "Junglas" (secundarios rotundos; un plan enrevesado pero con un fin más que previsible; un lugarteniente del villano que es una delicia, en este caso también estético; y un Bruce Willis en su salsa aunque un poco menos salvaje que directamente sobrehumano), por el otro son una ristra de despropósitos sólo explicables en este momento y lugar del cine de acción variante blockbuster: villano excesivamente acomplejado y moralizante (¿dónde quedó la sana anarquía de los hermanos Grüber?), patriotismo exacerbado (aunque algo hay de sana crítica a lo obsoleto del concepto de Seguridad Nacional), acción bien ejecutada pero concebida para chimpancés (puede alguien creerse lo del chorro de agua, lo del F-35, lo de la explosión de gas...), y en definitiva una historia que promete mucho caos pero del que sólo vemos que los semáforos dejan de funcionar y se arma la de Dios es Cristo; pues en Barcelona no nos hacen falta Hackers para que Cercanías sufra un Caos Total, mira tú.
Hay grandes momentos (la huída de casa del chico, con el trompazo de un secuaz contra un contenedor de basura y el vuelo de otro impulsado por una valla; la escena del hueco del ascensor, que recuerda mucho a "El Mundo Perdido" pero está MU bien rodada; y la huída del helicóptero en el coche de policía, que si no fuera por su estúpida resolución sería de las grandes, grandes). También hay estupideces como gordas como mi cabeza (¿cómo demonios consiguen contactar con el servicio de emergencia de BMW QUE PONE EL COCHE EN MARCHA A DISTANCIA si no se puede mandar ni un puñetero SMS? ¿por qué la novia del malo tiene que ser oriental para saber karate? ¿Por qué MacClane no lleva camiseta de imperio? ¿Por qué la que lleva no se mancha de sangre?)

En fin...

Vale la pena verla en el cine. Pero no es La Jungla. Siempre me quedará la duda de si esta no hubiera sido una mejor historia para "Terminator 3".

PD: Timothy Olyphant está correcto. Él no tiene la culpa de que hayan hecho esta peli en 2007 en vez de en 1997, en que los malos eran malos y no estereotipos de antipatriotismo.

PD2: Kevin Smith mola casi tanto como Bruce Willis; pero es que no hay personaje, coño!!

11.10.07

Por qué no me gustan los Macs.

En los últimos tiempos Apple ha bajado del Olimpo de las máquinas para muy expertos y ha visto claro que un cacharrito chulo para que la gente escuche su música mientras hace footing es más rentable que sofisticadas piezas de tecnología y diseño. Así que han bajado los precios, han extrovertido su filosofía y, en definitiva, se han hecho más “visibles”.

Sin embargo, esta decisión de mezclarse con el populacho “windowsero” no parece ser compartida por sus usuarios más afines; porque los Macs no tienen clientes, tienen fans. Existen comunidades relativamente extensas (teniendo en cuenta el número total de usuarios de Macs) que dedican gran parte de sus esfuerzos en adorar, más que proclamar, sus máquinas. Defienden la superioridad tecnológica y estética y la “profunda” diferencia de funcionamiento de sus ordenadores (no PCs, por favor, qué insulto) respecto a los “otros”, al parecer vetustas y obsoletas piezas de museo que prácticamente no sirven para nada... al 95 por ciento de los usuarios habituales de informática.

¿Por qué este sectarismo? Y lo más importante, ¿basado en qué? ¿Tan diferentes de manejo son los Macs de los PCs? ¿Tan tremendamente avanzados? En fin, que voy a repasar los argumentos clásicos de defensa de los Macs y, sin ánimo de ofender, voy a intentar rebatirlos desde mi punto de vista. Antes de empezar, y para acabar este rollo, tengo que describirme como usuario: tengo un PC con Windows con el que edito vídeo, retoco imágenes, uso aplicaciones de ofimática y de multimedia, juego y me comunico; osea, soy un tipo normal, tirando a usuario avanzado. Vamos allá.

"Los Macs son mejores para el tratamiento de imágenes”
El argumento estrella. Cualquier diseñador gráfico te dirá que su máquina, un Mac por supuesto, rinde mejor en el tratamiento de imágenes en mapas de bits, creación de vectores y animación en 3D que cualquier PC. Claro que siempre lo dice de su última máquina, renovada hace cosa de un año como máximo. Si tuviera un iMac del 97 y lo comparara con un Dell del 2007 con una ATI Xtreme 800 de 512Mb dedicados, igual se le caería la cara de vergüenza. Claro que un PC del 97 rendía menos que un iMac del 97, pero, ¿cuántos usuarios de Mac pueden simplemente cambiar su tarjeta gráfica para obtener potencia extra al instante sin necesidad de cambiar toda la máquina?

“El hardware de los Macs está mejor ensamblado y optimizado al estar fabricado todo bajo el mismo patrón de compatibilidad”
Y queda obsoleto todo de un plumazo bajo el mismo patrón de compatibilidad también.


“Microsoft e IBM, los principales impulsores de los PCs, son multinacionales despiadadas que fomentan el monopolio y la explotación de trabajadores del tercer mundo”
Claro, y Apple es la división informática de la UNESCO, no te jode. Dale la vuelta al iPod y mira donde pone “Made in”, a ver si puedes colocar lo que viene detrás en el mapa de Europa.

“Apple, en realidad, inventó el sistema de ventanas que luego copió Microsoft vilmente”
Mercedes-Benz inventó el motor de explosión, y Ford la producción de vehículos en cadena. ¿De qué marca es tu coche? Además, quien inventó la interfaz gráfica y un cacharrito llamado mouse fue IBM, antes que Apple.

“Apple se ha mantenido en el mercado como empresa fuerte a pesar del monopolio de Microsoft. Algo bueno tendrá”
¿Quién dice lo contrario?. Apple reflotó con el iPod, cuyo gestor de archivos, iTunes, funciona en Windows. Si lo hubieran hecho sólo compatible con Mac, ¿cuántos hubieran vendido?

“El logo de la manzana mola más que una especie de cuadrado de colores deforme”
Ahí tienes razón. El logo no me ayuda a que el ordenador sea más rápido, pero es agradable quedarse mirándolo mientras el ordenador se reinicia.

“Los Macs no se cuelgan”
Ya, y los Ferrari no se calan. Tú suelta el embrague con la primera puesta y verás. Intenta renderizar 5 capas de vídeo en FinalCut y grabar un CD en toaster a la vez en un G4. Ahora intenta reiniciar con Ctrl+Alt+Supr... ¡anda! ¡si no pasa nada!

“Nosotros no necesitamos más que un botón en el ratón y eso es mucho más estético”
Aparte de lo que pueda pensar de lo estético que necesite ser un periférico de mi ordenador, llámame gilipollas si prefiero hacer algo con un dedo que con dos manos (porque el botón derecho del ratón en Mac sí existe, se llama “tecla comando + botón del ratón”, lo cual es súper práctico, sí).

“Los Macs son más bonitos”
Mira un iMac del 97, con sus colores transparentes y su rechonchez noventeramente infantil, y dime que es más bonito que un Dell UltraSlim. ¿Sí? Enhorabuena, eres el fan nº 1 de Mac, con su ceguera legendaria de serie.

“Steve Jobs es más guapo y más molon que Bill Gates”
Pues sí, Steve Jobs parece un tipo cojonudo. Ahí no hay discusión posible, sobre todo comparándolo con “gafas telescópicas” Gates.

24.9.07

Estreno de "kyle xy"

La semana pasada (ya, ya sé que tengo que actualizar con más celeridad) se estrenó en Cuatro la enésima serie de la temporada. Creo que las cadenas deberían empezar a tratar bien a las que ya tienen y no tratar de responsabilizar a cada nueva serie de ser la próxima rompeaudiencias. Cuatro le está cogiendo el gusto a requemar House, y se empeña en colarnos "5 Hermanos" (tostón) para tratar de diversificar, pero nocuela. Ahora contraatacan con "kyle xy", que me temo que correrá la misma suerte que "Eureka" o que "Jericho" en Tele5.
Kyle es la historia de un chaval de unos 16 años que aparece en un bosque, sin cordón umbilical, sin saber hablar. Ya hemos visto "Starman" y sabemos de qué palo va la trama principal, ¿no? Pues éso.
La novedad es que esta vez quien cuenta la experiencia es el propio kyle, en primera persona, lo cual lejos de aclarar nada intenta ser más ambiguo, ya que lo explica todo como si acabara de nacer. Me recuerda a un libro de Eduardo Mendoza, "Sin noticias de Gurb", bastante más divertido que esta serie, porque digámoslo ya, esta serie tiene pinta de tostón. Las escenas son lentas, los personajes no tienen lo que se dice carisma, menos aún que los actores, y en general la situación está llevada con una naturalidad forzada (la psiquiatra que lo trata se lo lleva a casa, además de considerar el hecho de que no tenga ombligo algo meramente "curioso") que denota que el guionista tuvo una idea que creyó brillante (que no lo es, ni original tampoco) pero no sabe por dónde tirarla.
El anuncio del próximo capítulo parece sugerir que la serie meterá una subtrama policial para diversificar interés (se ha encontrado un cuerpo y una carta con un símbolo donde se supone que apareció kyle, aunque nadie le viera aparecer), probando un batiburrillo entre la comedia costumbrista de suburbios yankis (el extraño en casa y tal) y la paranoia militarista yanki también (conspiraciones, agencias secretas y señores antipáticos con trajes grises y gafas de sol de serie, claro).
Igual la idea daba para un capítulo doble de Expediente X (qué gran serie), pero mucho tiene que cambiar para aguantar el tirón de la competencia. Si TVE1 se pusiera las pilas con "Perdidos", en dos semanas la hundía a competir con la Teletienda.

10.9.07

No Más Bourne

Pero qué grande es ver que alguien le echa huevos a algo. Hace 5 años empezó una saga depelis de acción que, en un entorno lleno de CGIs imposibles y héroes suprahumanos, apostaba por la sencillez, la contundencia, el realismo y el tratar al epectador como a un adulto. Doug Liman, que después traicionó esa misma premisa con "Mr. & Mrs. Smith", inició una trilogía basada en las novelas de Robert Ludlum con la firme convicción de convertir a Jason Bourne en un icono; Matt Damon mediante, se salió con la suya.
La tercera entrega de la búsqueda de Bourne de su identidad y su pasado tiene menos aspecto de secuela que su antecesora. Si en "El Mito de Bourne" la trama arrancaba por venganza después de un breve periodo de calma, en ésta se empieza como si se siguiera desde el final de la anterior, con Bourne huyendo de la poli de Moscú después de visitar a la hija de uno de sus objetivos para pedirle perdón (toma estilazo). A partir de, digamos, el segundo 12'' de peli, (justo después de que desaparezca el logo de niversal), vamos a toda ostia siguiendo a nuestro prota por media Europa, Tánger y Nueva York en busca de la respuesta definitiva: quién coño me ha metido en ésto. Es tremenda la progresión que ha seguido la saga, pues en cada peli la pregunta apuntaba más arriba y en ningún momento parece que se hayan sacado otra trama de la manga para hacer la secuela; simplemente cada vez Jason tiene más información y recuerda más cosas, y éso le permite buscar más a fondo. En ese sentido, aunque el desarrollo de la trama es algo mecánico (Bourne viaja en busca de una pista, y la consigue in extremis mientras se zafa de quien sea que le persigue en cada escneario), no se tiene la sensación de que han puesto escollos con calzador: en cada secuencia se recopila información vital, una pieza clave del rompecabezas, a la vez que se estrecha el cerco sobre el prota porque inevitablemente se pone al descubierto cada vez que va a buscar algo. Todos los desarrollos son high level, pero la escena de la estación de Waterloo es un Oscar directo al montaje (¿quién es el hijoputa que maneja CINCO puntos de vista diferentes hoy día y consigue que te enteres de todo sin tener que explicártelo?), y la escena de Tánger tiene una de las mejores peleas vistas en pantalla en mucho tiempo (lección de cómo la coreografía se puede usar para hablar de los personajes, que aprendan los Wachowsky).
El realismo y la velocidad siguen presentes. Greengrass, que sólo si le pegara una patada a la cámara ya le saldría un corto decente, no se recrea en planos chulísimos para que veamos lo bien que lucha Matt Damon o lo que se han currado la persecución de coches; aquí lo que cuenta es que tenemos un asesino en el culo y no nos podemos parar a dar vueltecitas y saltitos con dos pistolas y cara de esfuerzo: si el prota salta de una ventana a otra, vamos detrás, pero no ponemos cámara lenta y usamos siete planos para que veamos el salto; saltamos y ya está. Igual estoy cansado de la fórmula Bay, pero a mí esto me emociona más que un contrapicado hiperiluminado e hiperelaborado, qué quieres que te diga.
En cuanto a los actores, se ha dicho que están un poco fríos. Acostumbrados a las muecas de las estrellas y los discursitos de cualquier personajillo, quizá nos cuesta asistir a los ejercicios de desaparación tras los personajes que practican los intérpretes en esta saga (que se ha marcado un reparto conjunto de agárrate los machos: Matt Damon, Franka Potente, Clive Owen, Brian Cox, Chris Cooper, Joan Allen, Julia Stiles, David Strathairn, Scott Glenn, Karl Urban, Albert Finney...). Al margen de Damon, absolutamente sobrenatural en su naturalidad (y no es un personaje fácil de hacer natural, francamente), nadie destaca, pero todo el mundo está impresionante y creíble; gran momento en que Joan Allen da sus razones para ayudar a Bourne: en 6 putas palabras se cierra un arco dramático: toma guionista.
Sí que es verdad que los últimos diez minutos desfallacen un pelín, porque aunque el desenlace es impecable (seco y duro como toda la trilogía), se echa en falta un poco de chicha física, algo de regalo con el "tirador" interpretado por Edgar Ramírez. De todas formas el epílogo, cuando entra la canción de Moby, te deja como te tiene que dejar: sonrisilla cómplice y la sensación de que se ha acabado como tiene que ser: te han hecho disfrutar, te han explicado cosas, y sobre todo, te han tratado como la persona adulta que eres; es la fórmula Bourne. Bienvenidos sean los esquemas si molan tanto como éste.

30.8.07

"Transformers": ¿alguien esperaba otra cosa?

Spielberg definió perfectamente lo que es un blockbuster de verano cuando, en el festival de Cannes, algún crítico sesudo le preguntó acerca de las profundas representaciones y simbolismos que había detectado encarnadas en el monstruo marino de su peli de 1975: "No sé de qué me está hablando. Mi película va sobre un tiburón que se come a la gente".
Cualquier cosa por la que sintamos devoción siempre nos parece más importante y trascendental de lo que realmente es. Pero es que a veces se pierde el norte. El universo friki-fan-geek es especialista en ésto; de hecho, es su definición de base.
La historia de unos robots gigantes extraterrestres que vienen a la Tierra a pelearse por un cubo ancestral de misterioso origen llamado "La Chispa Vital" que otorga, nadie sabe cómo, el poder ilimitado, proviene de una serie de dibujos animados en la que uno de los robots llevaba peinado Mullet metálico, a su vez adaptada de una línea de juguetes nipones de los años 80. Y hay gente que es fan de los cacharros en cuestión. Gente a la que una peli de verano, con sus efectos asombrosos, su velocidad mareante, sus colores chillones y sus personajes planos como servilletas les parece un insulto a sus adorados juguetes; les cuesta entender que la cosa no da para más. Aclarado el asunto de si la adaptación es fiel (¿a qué? ¿a los juguetes?) o rica en matices (ya sabemos lo que pasa cuando uno se pasa tres pueblos con los matices: ahí está la lamentable "Spider-man 3"), vamos a por el producto de Michael Bay.
Luego están los cinéfilos de pro; los que son incapaces de reconocer una buena peli en "Terminator". Con éstos la cosa está clara: el 99% del cine americano es basura, y el 1% restante sólo proviene de experimentos independientes. Como ellos nunca leerán una crítica de Transformers, porque se consideran por encima de semejante cosa, a cagar a la playa ellos también.
Venga que me enrrollo. Transformers es una peli cojonuda en su justa medida (lo cual, tratándose de Michael Bay, es realmente sorprendente). Es entretenida, graciosa, emocionante y deslumbrante; a la par que infantil, estúpida, mecánica y con la sutileza de un bulldozer (aunque sobre ésto hay alguna cosilla que apuntaremos al hablar del guión). Spielberg ha llevado su filosofía Blockbuster al extremo y ha decidido servir el producto más representativo de lo que inició su Tiburón: un espectáculo simple, consumible, disfrutable y olvidable. Por éso es cojonuda: da lo que promete. A la vez, y aunque parezca una paradoja, es evidentemente un producto, no una obra con una intención artística más allá de la emoción epidérmica o el placer estético (robots+explosiones+vehículos+una chica cañón = The Bay Formula). Si tenemos ésto en cuenta, disfrutaremos como enanos. Si queremos ver a Optimus Prime como una figura paterna moralizante o como símbolo del poder tecnológico de la sociedad actual etc, etc, mejor nos quedamos en casa porque ésto va de amasijos de hierro dándose mandobles.
Una vez entrados en harina, no nos dejan respirar. Estructutrada en forma de espiral de setpieces en lo que parece un catálogo de lo que la tecnología de la infografía puede hacer hasta la fecha (animación, capture motion, integración en fondos, creación de escenarios, retoque de color y de profundidad de campo..., vamos, una galería de filtros del Combustion), viajamos de bases militares a autopistas, desiertos y azoteas sin solucion de continuidad. Y vamos a toda leche. Sobre todo la última media hora, vamos que nos la pegamos. Michael Bay cumple aprendiendo de los errores de "La Isla" (los guiones con gente hablando no son para el californiano, los estudios sobre las mil formas de filmar la destrucción de un coche definitivamente sí), y dota a las escenas de acción de una fisicidad marca de la casa que, francamente, sorprende en una peli con tantísimo CGI. Hay algún plano de coches en movimiento que da gloria verlo (en concreto un travelling con panorámica y cambio de foco de un coche de policía cuya rueda queda a medio metro del objetivo, que hace que te tires p'atrás). Por supuesto que no deja de ser Michael Bay y que la acumulación de planos guapos hace que no te acuerdes de la mitad y te cueste ver algunas cosas, pero esta vez Chris Lebenzon se ha portado y hay cosas realmente chulas que quedan en la retina porque te da tiempo de asimilarlas. Lo que más sorprende, como digo, es que a diferencia de terceras partes recientes sobre arácnidos y piratas, cuando las cosas se rompen parece realmente que se rompen, y éso es algo que se está perdiendo y mola verlo de tanto en tanto (tampoco es una peli de Bourne, vale, pero Treadstone no tenía robots gigantes en nómina, que sepamos). Osea que en cuanto a crear imágenes videocliperas para deleite de los tuneros, raperos y adolescentes tipo a los que va dirigida la peli, el tipo cumple; se pasa, pero cumple, y para su nivel no se pide mucho más.
Tres son las cosas realmente sorprendentes: Shia LeBouf, que tiene madera de estrella como el que más y se gana a la audiencia de calle, merced a un personaje plano pero muy bien construido (gracioso sin ser cargante, valiente sin moralina, friki pero no exento de cierto atractivo...); los FX, cosa que parece que no tiene mérito porque hay mucha pasta pero también la había en Troya, por ejemplo, y no lucia ni la mitad: de verdad que son de quitarse el sombrero, en especial la integración de CGI con escenarios y personajes reales; y un guión como el personaje de LeBouf: simple pero efectivísimo, una lección de cómo escribir un éxito.
En efecto, tras la desafortunada "Marca del Zorro" y la desaprovechada "La Isla", Kurtzman y Orci, esta vez sí, la han clavado. Porque se olvidan de dar empaque dramático a lo que en la vida podrá tenerlo y dejan loos detalles de calidad para el espectador atento, sin olvidar que su público objetivo base NO ES ese tipo de espectador. Algunas soluciones son especialmente estúpidas (el Radio CD en el Air Force One es la más sangrante, Turturro duele, y John Voight con la recortada y un traje tampoco es muy creíble), pero otros detalles denotan un subterráneo sentido del humor ligeramente cañero (militar pregunta: ¿y por qué cree que están apuntando todas sus armas hacia nosotros?; analista guapetona responde: ¿no es éso lo que haríamos nosotros?) con algún momentillo inverosímil pero brillante: la escena del jardín o todo lo referente a Bumblebee y su manera de comunicarse.
En definitiva: abstenerse quienes esperen ver otra entrega de héroes atormentados. Esta peli se ve, se exprime y se olvida. Vuelves a la preadolescencia durante dos horas (y NO dos horas Y MEDIA o CASI TRES, ¿eh, Raimi?), te tragas tus palomitas y flipas con los robots, con la muchacha y con alguna cosa más. Si todas las pelis de este verano fueran así no habría que esperar a los Oscars para meterse en un cine.

18.6.07

Zodiac: así es como se hace, señores

David Fincher es famoso por su perfeccionismo extremo y su carácter obsesivo. Tal vez por eso sus imágenes están cargadas de ese extraño halo de pose fotográfica, ese aire de bodegón en que todo está en su sitio aunque parezca casualmente caído ante el objetivo. Cuentan que el plano de la pastilla de jabón cayendo ante la cámara que aparecía en el trailer –sólo en el trailer- de “El Club de la Lucha” es el resultado de la friolera de 128 tomas, todas destinadas a conseguir la caída que dejara la pastillita justo en el ángulo deseado y con el punto justo de espumita y salpicones que quería el director. Durante la promoción de “La Habitación del pánico”, pronunció una frase que puede resumir perfectamente su filosofía de lo que es rodar, y por extensión, hacer películas. “Dicen que hay 1000 formas distintas de rodar una escena; yo creo que 999 de ellas son incorrectas”. Es decir, para Fincher, el perfeccionismo no es el objetivo, sino el único camino.
Nadie lo diría asistiendo a la aparente austeridad de la puesta en escena de esa inconmensurable obra de precisión que es “Zodiac”. El director californiano olvida las CGI, los montajes imposibles y las filigranas visuales para contar la historia de la gente que investigó los asesinatos de este psicópata al que aún no se ha identificado oficialmente. Porque ante todo se ha de decir que la película no cuenta la historia del asesino, sino de los personajes que, a lo largo de dos agónicas décadas, recopilaron millones de datos y hablaron con centenares de personas para pillarle y no lo consiguieron; centrándose sobre todo en el dibujante del San Francisco Chronicle Robert Graysmith, obsesionado con los acertijos que planteaba Zodiac en sus cartas, y el inspector de homicidios que, a pesar de su frustración, acabó abandonando la investigación cuando Zodiac dejó de matar.
Fincher filma con claridad meridiana todos y cada uno de los recovecos de las pesquisas, presentando sin voluntad de síntesis a todos los personajes implicados, desde el director del periódico hasta el matrimonio que descifró, por afición, el acertijo de la primera carta. La avalancha de datos es constante e impía, a veces excesiva y siempre, siempre obsesionada con la clarificación, a pesar de la evidente dificultad que supone para el guionista ofrecer tantísima información, en su mayor parte en forma dialogada, sin apenas espacio para la distensión.
¿Y qué tiene que ver todo\nesto con la perfección de Fincher?. Mucho, pero sobre todo con su declaración de que hay una forma correcta de hacer las cosas. El director, a priori, podría haber hecho otro Se7en, más anclado en la realidad, pero se desmarca de su propia escuela y, viendo el material que tiene, elige la forma que cree correcta: la rotunda sencillez y claridad de los artesanos de policiacos de los 60 y 70: Lumet, Pakula, Pollack, incluso el Coppola de “La Conversación”, planean sobre el metraje de forma tan clara que parece que en cualquier momento va a desaparecer el Dolby y el doblaje va a quedarse en el entrañable MonoAural de las pelis de Harry El Sucio (por fortuna no es así, ya que al arsenal al que Fincher no renuncia es al sonido, simplemente prodigioso). Apenas vemos un par de momentos videocliperos, herederos directos de aquellos fotomontajes psicodélicos de los policiacos setenteros más desmadrados, puestos para resumir meses, incluso años de investigación, cuando el proceso se atasca y es necesario refrescar al sufrido espectador, ametrallado durante dos horas y media con fechas, nombres, lugares, medidas de zapatos, rótulos explicativos, llamadas telefónicas consecutivas y portadas de diarios sin piedad.
La película sólo se permite dos momentos eminentemente dramáticos en todo el metraje. El primero, un acojonante prólogo en que se relata el primer asesinato investigado, está construído en parte con datos policiales y en parte con una cierta licencia dramática necesaria para que aquello pueda constituir la definición de tono que toda película requiere de su escena inicial. Aunque la recreación de los hechos es probablemnete exacta, la escalada de tensión que muestra el montaje es deliberadamente cinematográfica, lo cual no quita para que sea también aterradoramente realista. El segundo momento es algo más gratuíto, si se piensa bien en las consecuencias de la secuencia con sus sucesivas (que son cero patatero): la escena del sótano. Deliberadamente delirante, en tanto que supone en parte realidad y en parte construcción mental del protagonista, lo único que aporta esa escena (aparte de una asquerosamente magistral exhibición de control del ritmo) es un necesario clímax dramático, dentro de la estructura del guión, para una historia que sabemos inconclusa (está claro que ese señor no es el asesino, pero la percepción del dibujante –y del espectador- ante el encaje aparente de las piezas en ese instante, en esa atmósfera y a esas alturas de la película, propician un momento clásico de”vale, ahora sé quién es el malo, justo cuando me tiene atrapado en su guarida” al que nadie quiere renunciar). Incluso se diría que Fincher ha usado esa secuencia de clímax deliberadamente gratuito, con la esperanza de que el espectador, como explica un poquito antes el policía acerca de otro sospechoso, encuentre a su culpable pensando que se irá a casa habiendo asistido a otro ejercicio de justicia de toda la vida (el héroe hace pagar al villano y todo lo demás), para arrebatarle esa satisfacción al momento siguiente. Y es que él, como todos los personajes realmente implicados en la historia, ya sabe quien es Zodiac, y de hecho el espectador también, aunque las pruebas digan lo contrario: John Lee Allen."
Ninguna de esas secuencias es la mejor de la película, claro está. Donde realmente Fincher debió partirse los cuernos es en la entrevista con el que la película considera el autor de los crímenes, en la sala de descanso de una fábrica. El punto central del relato lo constituye esta secuencia portentosa, precisa hasta la náusea, aparentemente televisiva pero profundamente estudiada, en la que el espectador, por primera vez desde hace mucho, puede asistir al planteamiento de una tesis fílmica en toda regla, en la que tanto el director como el guionista y el montador trabajan duro para poner todos los temas que les interesan en un diálogo. Si se sigue con atención el relato narrativo, todas las piezas llevan a ese momento, incluso una vez ha pasado, y todas las preguntas se responden ahí: Quién es Zodiac, por qué actúa, por qué no podemos pillarle, cómo acabará esto. A partir de esa secuencia prodigiosa, aparentemenete funcional, la película despieza su arsenal. La única duda que me queda es por qué no es ése el final de la película, aunque pensándolo bien tengo dos buenas razones para ello: una, porque la obsesión por la verdad no permite, en este caso, el relato discontinuo (no hay un solo flashback en toda la peli, al menos de algo que no se haya visto antes); y dos, porque una de las ideas que planean en la obra es que las cosas sólo son importantes en el momento, y después se olvidan y se aparcan, y eso fue lo que permitió a Zodiac convertirse en un caso no resuelto. Cualquier director del montón hubiera usado esa secuencia como final, guardando detalles y revelándolos entonces, fusilando a flashbacks durante el interrogatorio y concluyéndola como un triunfo de los policías, de los héroes sobre el mal, al que han podido identificar, aunque quede el detalle de que no pague por sus crímenes. Cuaqluier patán hubiera, incluso, relatado la entrada en la cárcel de Lee como una consecuencia del caso, para calmar las conciencias y dar al público la catarsis que pide, aunque sea falsa; pero Fincher, que convirtió la ejecución del asesino de “Se7en” en el momento de venganza menos satisfactoria de la historia del cine, tomó otra decisión, y cuando él cree que esa es la forma correcta, ningún manual del buen thriller puede convencerle de lo contrario.