El resto de organismos vivos que pueblan mi casa son varios vegetales, algunos millones de ácaros y microorganismos y dos mamíferos felinos a los que más que apreciar, venero. Son Patxi y Fito.
Fito es la adquisición animal más reciente y no es que esté loco, es que es el primo desequilibrado de Marilyn Manson.
Cuando llegó venía de haber sido rescatado de la calle (gracias Anna) y pesaba 900 gramillos; ahora son 2 kilos y medio de gato europeo común atigrado con más nervio que un bistec barato y una cara de cabrón que ni pintada le retrataría tan bien. Desde que está en casa Patxi anda más activo y más cansado, está menos por nosotros pero es mejor para él tener un compañero con su mismo número de patas. Fito tiene una característica demoledora: se pone como loco a mi alrededor, haciendo parecer que quiere algo, y hasta trepa por mi ropa para alcanzarme los brazos, porque es lo que quiere: que le coja, simplemente. Supongo que ha salido a mí, porque a veces lo único que me hace falta es saber que me quieren. Su nombre es la tercera opción tras Fox, tal como lo bautizaron al rescatarlo y que le duró una semana, Vito, que es el que yo le quería poner pero no caló mucho en mi novia, y Fito, que fue el que al final nos pareció que le iba mejor por ser una mezcla de los dos anteriores y porque el nombre de un criajo tocapelotas, que es lo que es.Digo que les venero porque me parecen la concentración de toda la belleza, audacia, agilidad e independencia de la que es capaz la naturaleza, además de ser un par de cabrones con mucho morro que se quedan en MI cama, con MI novia, cada madrugada cuando me voy a currar.
No os lo tengo en cuenta, pero es porque a veces os miro a los tres y joder, no mucha gente puede contemplar juntas tantas cosas por las que siente tanto.
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