30.7.08

El Caballero Oscuro: La Peli


Si no tuviera la costumbre de poner en mayúsculas todas las palabras de los títulos del blog, lo haría igualmente esta vez. El Caballero Oscuro es La Peli. A la espera de "Wall-E", tengo que decirlo: a la mierda Iron Man. A la mierda (glups!) Indiana Jones 4. La apisonadora Batman ha vuelto, y lo ha hecho para quedarse en la memoria de todo buen cinéfilo, o espectador ocasional, o cualquiera con sangre en las venas.

TDK (vamos a ponernos frikis) funciona a TODOS los niveles. Hay pocas, muy pocas películas que lo consigan. Menos aún lo consiguen proponiéndoselo, siendo taquilleras, resultonas, entretenidas, graciosas, deslumbrantes y, encima, simpáticas. Porque salvo los gilipollas de siempre, los que no ven cine americano jamás (tampoco nada de John Ford, ni de Huston, ni de Coppola. Ésos), nadie puede decir que lo de Batman sea cosa de la campaña de márketing. Es evidente que la locura que se está montando en taquilla y en IMDB entorno a la película es producto directo de una maquinaria publicitaria que sólo puede ser americana. Pero más allá está la pieza, la obra, y en este caso, está hecha de cine puro. Lo siento, Steven, esta vez has perdido.

Con el realismo (relativo) por bandera y toda la sangre caliente que no deja ver en sus apariciones públicas, Christopher Nolan-guionista se libra del lastre Goyer (que aquí queda como autor de la historia) y se asocia con su hermano (autor del relato en que se basó Memento, estos dos desayunaban algo raro de pequeños) para parir un guión de Titanio forjado que en 2 horas y media mete un triángulo amoroso, dos villanos, el desarrollo de 5 personajes principales, una trama a lo Mission:Impossible, guiños a Matrix y reflexiones sobre la relación entre caos y orden, la seducción por la violencia, el papel del azar en la vida, las formas de entender la justicia y alguna metáfora lapidaria de boca de Alfred. Todo ello aderezado con una escena de acción que deja en bragas a Michael Bay cada cuarto de hora, y un Heath Ledger que haciendo desaparecer un lápiz hace lo propio con el recuerdo de Jack Nicholson; y con la misma contundencia.

Tras vivir "El Caballero Oscuro", toda la densidad temática de la que presumía "Spider-man" se queda en material para un capítulo de "Los Serrano". Nolan proyecta los Grandes Temas de los que siempre han hablado los cómics de superhéroes (justicia, diferencia, orden y caos, el bien y el mal, la identidad...) a un nivel que emparenta su película con obras que trascienden su género y su narración para convertirse en referencias, como El Padrino, como Minority Report, como Heat, como Terminator.

Y al igual que estos referentes, sabe, encima, convertirse en un ejercicio de entretenimiento de primer orden, del que puede disfrutar todo aquél que se quede en la superficie de las hostias y los efectos. Momentos como la persecución por los túneles, con su final que levanta del asiento por empatía con la pantalla, meten al espectador, apabullado y maravillado a la vez, en una dinámica de disfrute múltiple (sensorial, emocional, estético, intelectual) que no se veía desde "Terminator 2".

Soy consiente de que esta crítica es excesivamente larga para lo poco que cuenta, y de hecho es más un "cómo mola esta película" que un análisis en sí. Pero es que contar cualquier cosa de "El Caballero Oscuro" es un robo. Todo el mundo merece descubrir esta obra maestra como tal, sin mucho a lo que agarrarse, para que le cale (más bien para que le aplaste) como lo hizo conmigo, porque ha recuperado algo que necesitábamos: la fe en que una película sea del todo satisfactoria, más allá de giros finales, sorpresas y deslumbrantes efectos. De que sea una película que nos recuerde por qué existe el cine.


Lo mejor:
Nolan y su apabullante madurez como director todoterreno, capaz de reflejar en pantalla lo que le venga en gana: tensión, humor, ironía, peligro, tristeza o ternura, sin complejos para usar lo que necesite, ya sean grandes efectos, música o simples actores y texto.

La música de Howard y Zimmer, que ahonda en la línea usada en "Begins", deudora a su vez de la indefinible y magnífica música que Kamen ihzo para "X-Men".

Un reparto simplemente perfecto, engrasado y en estado de gracia, magníficamente dirigido, a la altura de la saga Bourne, pero con el puntito Ledger, que más allá del componente emocional extracinematográfico, compone una interpretación que pasará a los anales de la historia; como Foster en "El silencio de los corderos". Nicholson estará llorando en algún rincón desde que vio la película.

Y un final maduro, valiente y complejo. Habrá secuela, y queremos verla YA.


Lo peor:
Que hace que Batman, de Tim Burton, parezca cada vez peor película.

1 comentario:

  1. De acuerdo. El caballero oscuro es una lección en todos los sentidos. Y nolan a cogido a un personaje estereotipado y sin "chicha" y le ha dado la profundidad de un personaje de verdad, un personaje humano. El montaje, FX, el sonido, la foto, el arte,. Todo es de oro. Una joya de peli.


    En lo único que discrepo es en la comparacion de tim burton. Yo creo que son perspectivas distintas. Intenciones distintas.



    En fin, gran blog. No esperaba menos de alguien con ese nick. Si es el nombre que creo que es.

    Fdo: Sgto Apone

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