En esta entrada, una de las cosas que más comentarios suscitó fue una simple frase: "olvida la estupidez de supinador o pronador". Debí escribir "...por ahora", puesto que cundo uno empieza a pillarle el gusto a correr, acaba necesitando preocuparse en serio de sus pies.
Hay 3 formas de pisada: pronador, supinador, y neutro. Los pronadores apoyan primero la parte interior del pie; los supinadores, la exterior; y los neutros, más o menos caen (caemos) "recto". Cuando vas a machacarte los pies unas horas a la semana, es importante saber qué tipo eres, para usar unas zapatillas que te protejan adecuadamente. Así, un pronador necesita zapatillas que amortigüen mejor el interior, porque es la zona de mayor impacto y presión en cada pisada; un supinador necesita lo contrario; y un neutro, otra cosa distinta, aunque éste es un caso que soporta bien cualquier tipo de calzado (al neutro también se le llama "universal", una cosa un poco absurda, porque ni somos mayoría ni el resto está fuera del universo).
Yo soy neutro, lo cual me permite no preocuparme demasiado por el calzado que use. Mis primeras zapatillas de correr, a las que les hice más de 1000km, algunos de los cuales pesando más de 90kg, eran unas Kalenji de la cesta de saldos, y me costaron 14,95 euros. Cierto es que no corría la media de 25-30km por semana que ahora hago, pero dieron bastante buen resultado, aunque no quedaban tan guais en las carreras populares.
Cuando las Kalenji pidieron una muerte digna, me regalaron unas Adidas Litestrike EVA, que creo que no llegaron a los 60 euros. Es 4 veces el precio de las primeras, y la verdad es que me fueron muy bien. Les hice 1100km, y cuando han dejado de servir para correr, las estoy usando como calzado del día a día, porque están impecables.
Ahora tengo unas Asics Contend Gel, 48 euros de oferta en spartoo.es, aunque en alguna tienda las he visto por alrededor de 60 euros. De momento me van igual de bien que las Adidas, cuando corría con ellas.
¿Por qué este repaso? Por lo siguiente: conozco a gente que condiciona su práctica al equipamiento, y éso es un error. Lo cual no quiere decir que haga falta un mínimo de equipamiento para algo tan importante como evitar lesiones o sentirse cómodo, pero poner en lo que llevas puesto toda la responsabilidad de tu práctica es absurdo, en mi opinión. Unas zapatillas de 140 euros no van a hacer que salgas más a menudo, ni que corras mejor, que unas de 60. Tampoco se puede preparar un maratón con unas Kalenji de 15 euros, más que nada porque no llegarán vivas a la prueba.
Evidentemente, cada corredor tiene sus necesidades. Si entrenas principalmente por asfalto o pista dura, en sesiones de 30 a 45 minutos, 3 o 4 veces por semana, tus zapatillas no pueden ser las mismas que las de alguien que cada vez que sale se hace 25 km en campo a través. Pero lo que creo que es importante es ser muy consciente de que ponerme las mismas bambas que quien hace maratones no me va a hacer acabar maratones; algo tan sencillo parece no ser fácil de entender para muchos, aunque lo formulen en forma negativa: "yo no puedo correr así porque no tengo ese equipamiento, que si no...". Éso es falso. He visto señores mayores pasarme en carreras con zapatillas suplicantes, pantalones del mundial '82 y camisetas de caja de ahorros; y he pasado a tipos con mallas, Mizuno de 120 euros, cintas compresoras, pulsómetro, camiseta de cafeína y portabotellas de mano; tipos que perdieron tanto tiempo en buscar equipamiento que no se quedaron sin horas para salir a correr.
Hola. Al parecer las bambas toman su nombre de Wamba, rey visigodo: http://www.jordilinares.com/porque-llamamos-a-las-zapatillas-bambas/
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