Ésta es la entrada 101. Pensé que nunca llegaría hasta aquí.
Dentro de unos instantes, cada uno de los lectores recibirá una dosis de su tortura favorita. En mi caso, una conferencia de Aznar, en inglés (o lo que sea que sale de ese agujero de labio leporino que tiene en la jeta), con el único aderezo de una aperitivo a base de Té helado y mejillones crudos.
Si alguien no sabe de qué estoy hablando, puede hacerse una idea aquí.
Y dejen sus sugerencias en los comentarios, plis.
PD: ¿Cuántos dedos hay aquí, Winston?
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