8.8.09

Up: Más y Más Alto cada Vez


Que Pixar es al cine lo que Los Beatles a la música es innegable a estas alturas: son los mejores, lo saben, venden hagan lo que hagan, y por éso hacen lo que les da la puta gana, y como son los mejores, lo que les da la puta gana es simplemente genial. Tienen momentos de piloto automático (Cars) y peligrosas incursiones en la fórmula "cualquier cosa que haga mola" (Ratatouille), pero aún esos pequeños riesgos aprueban con nota y pasan el rodillo al resto sin esfuerzo; sin contar, claro, que de vez en cuando se cascan una reinvención de la animación, y de lo que sea ésto de hacer películas, absolutamente incontestable: los 30 primeros minutos de Wall·E, que simplemente pondrían a Chaplin verde de envidia.

Por éso no es de extrañar que UP sólo la puedan hacer ellos. Una peli de animación veraniega con un protagonista "inmuñecable", cimentada en una imagen conceptual entre lo perplejamente chorra y lo peligrosamente cursi (una casita flotante sostenida por globos) sería una idea directamente descartada por cualquiera estudio, Disney incluído. Pero es como la portada de Abbey Road: a estas alturas, hagamos lo que hagamos, será una genialidad. Y lo es.

UP amenaza seriamente a Wall·E en su trono de mejor secuencia de animación ever made en los 10 minutos más brutalmente adultos de toda su filmografía. Nos cuentan toda una vida matrimonial en un "montage", dramones y tragedias incluídas, sin concesiones infantiles a la vista. Después, la peli se torna de nuevo ejemplo de la sinceridad con la que Pixar aborda todos sus proyectos, ésto es: tenemos una idea, la vamos a exprimir al máximo, pero para ello primero la tenemos que defender a muerte.

Y vaya si lo hacen. El despegue de Fredrickson a bordo de su casa flotante es un alarde de "aquí estoy yo" que, si bien técnicamente es simplemente perfecta (osea, lo normal en Pixar, pero no es... brillante, no como el arreglo de la sopa de Ratatouille), sí que establece las bases del tono del resto de la peli como hace tiempo que no vemos en ningún sitio: sobria, fácil, casi sesentera, y si no fuera por el 3D, bastante funcional... teniendo en cuenta que estamos viendo una casa elevarse por una ciudad colgando de miles de globos de colores, insisto.

Sin embargo, hay un cacho a partir de ahí en que la historia entra peligrosamente en el terreno de la Disney más Defcon 2: niño, paisaje exótico desconocido, mascota parlante, segunda mascota extravagante, más mascotas parlantes, malo de opereta, persecución frenética stándard... Cuidao! Lo que salva todo este panorama del cliché es, de nuevo, el compromiso de la peli consigo misma: el protagonista sigue siendo un yayu achacoso y cascarrabias, que sigue persiguiendo su objetivo a pesar de los escollos, y que, atención, lleva su casa flotante atada a su cuerpo mediante la maguera del jardín. Toma obstinación.

Por supuesto, el desarrollo de la historia, una vez encajado el puzzle de cuatro piezas puesto ahí para los críos, es bastante rutinario. Porque lo que de verdad le interesa a Docter es volver continuamente al dolor, a la pérdida y a la evolución dramática absolutamente modélica de Fredrikson, que encima no viene de parte del niño, como es de esperar nada más verle aparecer, sino de su propio pasado, cristalizado en una escena que no por previsible te deja ir sin soltar al menos un respingo.

UP es una peli muy bonita y muy bien armada que gana a Wall·E en su fe ciega en sí misma. Sin embargo, no llega a los niveles de detalle, amargura y "Go Beyond" de aquella. Dicho ésto, representa con mucho el mejor espítiru de Pixar en cuanto a lo que supone la animación como género: un vehículo que, una vez que los fx han hecho posible cualquier cosa en imagen real, permita contar historias que simplemente no caben en otro formato que no sea el animado. Los Increíbles caben. Ratatouille puede. UP, a pesar de estar protagonizada por humanos, definitivamente no. Y éso me parece más mérito que cualquier otro.

PD: El perfecto ejemplo de ésto es el corto que la precede, "Tiempo tormentoso", o una muestra de que la perfección técnica no es en absoluto lo que hace de Pixar el último lugar de vida inteligente de Hollywood.

PD2: El 3D, una vez pasado el "Guau" inicial, no molesta en absoluto. Claro que era una peli de Pixar. Es posible que hayan sabido llevarlo tan bien como todo; pero dudo que todas las pelis de este formato no se rindan al "ya, pero ¿ves? ¡nuestra mierda es en 3D!" que ha acompañado a los avances técnico toda la vida. Yo me espero a Avatar para ver si aporta algo real, aparte de sacarte la pasta.

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