No puedo decir que me alegre, pero tampoco me indigna. Simplemente, me da igual.
"¡Pero hombre, cómo te va a dar igual!. ¡Un gobierno democrático ha reconocido haber ordenado matar a un hombre! ¡Sin juicio! ¡Indígnate!"
"¿Que no, que era mu malo y había que matarlo! ¡Alégrate!".
A Bin Laden le dieron igual los muertos de Nueva York, Bali, Madrid, Londres o Andorra La Vella. Igual que a Obama y compañía les dan igual los pobres arrastraos de las calles de Irak o los miserables que malcuidan cabras en los montes afganos. Hoy he descubierto que a mí me dan igual ellos. No vivo en su mundo ni combato en sus guerras. No hay nada que pueda admirar ni rebatir de sus comportamientos ni ideas. Nada de que alegrarme ni por lo que indignarme, que tenga que ver con ellos.
Me son ajenos, como yo les soy a ellos. No lo soy a sus víctimas, los de los dos, que también les son ajenos. Lloré como un niño el 11 de Marzo de 2004, pero 7 años después sobre mi chepa me han hecho darme cuenta de que lo que me duele era la gente que iba en los trenes, no lo que habían hecho unos y otros porque pasara lo que pasó.
Hoy me he sorprendido indiferente a la noticia. Hoy he descubierto que a mí me da igual, porque ellos también les da igual.
Toooodo les da igual. Absolutamente todo les da igual.
ResponderEliminarPara muestra un botón: ante el movimiento 15-M ya hay algún descerebrado que dice que "sólo son 4 muertos de hambre que no tienen nada que hacer".
Y digo yo, en algún momento tendremos que levantar la cabeza y exigir, ¿o no? ¿debemos conformarnos con que nos choriceen en tooooooodos los aspectos de la vida?
Menuda mierda de mundo dejamos a los que vienen detrás ...