Vale, me he pasado.
Pero es que hoy he sabido que el cáncer fialmente ha vencido a uno de los grandes genios del cine que nunca hizo una peli: Stan Winston.
Este señor al que casi nadie que yo conozca le suena siquiera el nombre, fue el responsable de los FX de pelis míticas, algunas de las cuales forman parte de la saga "Pelis ue Molan" que de vez en cuando aparece por este blog. Su trabajo empezó siendo artesanal y baratucho, hasta que la gente con la que etrabajaba se fue haciendo importante y seguían llamándole porque era, simpemente, el mejor, toda vez que Harryhausen se retiró hace años.
Para hacernos una idea: Terminator, Depredador, la Reina Alien, los dinos de Spielberg, los mecas de I.A., los Gremlins, y una larga lista de bichos, monstruos y maquinicas que nos han ayudado un poco más a creernos lo que veíamos, son obra suya. Desde la cabeza de Tirannosaurius que volteaba el Explorer de los críos, hasta la impresionante armadura de Iron Man, todo salió de su cabeza. Nunca renunció a las nuevas tecnologías para mejorar sus resultados (su trabajo en este sentido para Cameron y Spielberg en los primeros 90 es CAPITAL), ni olvidó que a veces un cacho de gomaespuma y algo de pintura también valen para que la gente flipe.
Con él nos deja uno de los estandartes de una manera de ver el cine que aún practicamos algunos casitreintañeros: el cine orgánico y plagado de "sense of wonder" en que los FX eran un vehículo para llegar más lejos, y no la meta.
Cameron, Spielberg y, qué demonios, yo mismo, hemos perdido un maestro, y estamos un poco más lejos de aquella época dorada. Lástima que los chavales de ahora de rían del stop-motion de Terminator, porque lo que se han perdido ni ellos lo saben.
En fin, descanse en paz. Cachis, vaya añico.
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